DEZA (Soria)

Matanza, cerdo del Santo Cristo

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Al igual que yo os he acompañado al comienzo de la vida, ahora, que la mía termina, acompañadme vosotros. Llenadme de amor y sed pacientes conmigo. Yo os responderé con sonrisas y con el agradecimiento y con el amor que siempre os he tenido y demostrado.

Un abrazo.

Y cuando me haya ido, no lo sintáis. Seguiré cuidándoos e indicándoos el camino recto. Os aseguro que siempre estaré a vuestro lado como estuve al comienzo de vuestra existencia. Gracias. Vuestro "viejo".

Un abrazo.

Si cualquier día os dijera que he perdido las ganas de vivir, ¡No os preocupéis!. Comprendedme, que al decirlo, no disminuye en absoluto el amor que os tenido. Para vosotros siempre he deseado lo mejor y me he enforzado para que el mundo fuera mejor, más confortable y más encantador.

Seguirá... Hasta luego.

Un abrazo.

Buenos días Deza: En esta fotografía vemos muy sonriente a la tia Florentina. Se ve muy mayor y muy feliz no solamente porque está disfrutando de la matanza del cerdo de la rifa del Santo Cristo; sino también porque estaba bien atendida en su vejez. Y es que a las personas mayores es esencial que las mimen en sus años últimos. Siempre fue ley de vida.

Un abrazo.

Me gusta ver esta foto de la tía Florentina (pequeña, pero valiente) y me alegro que en sus días de vejez, estuviera bien cuidada. Aprovecho para hacer una mención de las fotos de Manuel, que me parecía un hombre muy serio y cabal.

Un abrazo

Cuando se tiene que cuidar a una persona mayor pariente cercano (por ejemplo) no es tarea fácil. Hay mucho de todo. Alegrias y tristezas y el día a día suele ser muy agetreado.
Pero cuando llega a su fin dicha tarea, queda un gran vacio, que poco a poco toca superar (es ley de vida).
Queda un mal sabor de boca, cuando llegado el final, uno piensa que no ha hecho todo lo que tenia que hacer, que podia haber hecho mucho más... en fin que pasan por la mente demasiadas cosas, que sólo el tiempo lo puede curar.
Pero claro es el final, y aunque lo estas viendo, no quieres hacerte a la idea y cuando el desenlace de todo llega a su fin, la mente se llena de repente de todo el tiempo pasado con dicho paciente y surgen miles de preguntas...
No todo el mundo esta dispuesto a sacrificarse ni un apice... ... (ver texto completo)

Muy buenos días abuelo, he leído muy atentamente tus escritos mañaneros. Muy bonita lectura.
Tener la paciencia y la voluntad de hacer las cosas son muchos puntos. Que no todo el mundo esta dispuesto hacer.
Que pases un feliz domingo.
Un saludo

Feliz domingo Las Matas.

Muchas gracias.

Un abrazo.

Y cuando mis piernas ya no me mantengan de pie, ofrecerdme vuestro brazo para sostenerme. Tened presente las horas que pasé ensenándoos a dar vuestros primeros pasos.

Un abrazo.

Cuando me veais incapaz e ignorante ante las nuevas tecnologías, dadme tiempo para que las entienda y sobre todo no os moféis de mi. Yo tuve mucha paciencia para enseñaros a caminar por la vida y nunca me desanimé, en mi afán.

Un abrazo.

Y cuando mis piernas ya no me mantengan de pie, ofrecerdme vuestro brazo para sostenerme. Tened presente las horas que pasé ensenándoos a dar vuestros primeros pasos.

Un abrazo.

Cuando estemos junto y sin quererlo, me ensucie, no os avergoncéis y compréndedme: Yo no tengo laculpa de perder el control de mis facultades. Recuerdad todas las veces que yo os he limpiado, aseado y perfumado...

Un abrazo.

Si durante las conversaciones repitiera mil veces lo mismo y supiérais ya la conclusión, no me interrumpais y escuchadme igualmente. Recordad que cuando érais pequeños, para que os durmiérais yo siempre os repetía las mismas historias hasta que cerrábais los ojitos.

Un abrazo.

El escritor brasileño Amado Filho escribió una carta que era una especie de "testamento biológico alternativo" sobre el sentido pleno de la vida, para cuando nuestro sistema fisiológico no responda a nuestra mente.

Decía así:

Queridos hijos y nietos: El día que sea "viejo", no será como ahora. Tened paciencia conmigo y buscad la manera de comprenderme.

Cuando comiendo me ensucie la camisa y ya no logre atarme los zapatso, tened paciencia conmigo y recordad las horas que yo he gastado en ... (ver texto completo)