La
Virgen sin mancha de pecado original fue establecida como dogma de la
Iglesia en 1854 por Pío IX, “pero hay momentos anteriores de la
historia en los que se defendió este
mensaje, como en 1466, en Villalpando, en
Zamora, donde se produjo un voto inmaculista por parte de 13
pueblos”. En
Salamanca, el voto tuvo lugar el 6 de mayo de 1618 por parte de la
Catedral y la Universidad, “aceptando y apoyando la idea de que la Virgen es concebida sin mancha, aunque hay personas que lo aceptan y otras que no”.