En una de las
capillas de la
Catedral dedicada a Nuestra Señora de los Desagravios, llamada así por el lienzo de una Inmaculada que está ubicado en un
retablo de
columnas salomónicas. Ese cuadro tiene rasgada la tela a la altura de la boca de la
Virgen, por un agravio cometido contra la obra.
Este cuadro se encontraba contiguo a la
iglesia de
San Martín, en una pequeña
capilla, y en el momento en el que decide si se apoya o no la idea de que la Virgen es concebida sin mancha, una serie de detractores hacen un agravio, un mal a este lienzo, y con un objeto punzante, unas tijeras o un cuchillo, lo van a cortar justo a la altura donde se representa la boca de la Virgen. Y en desagravio, el Cabildo de la Catedral traslada este lienzo a una capilla del templo, que recibe el nombre de Nuestra Señora de los Desagravios, “con un retablo de columnas salomónicas que por fecha coincide entre los primeros en
España”