PEQUEñOS PLACERES DE RINCONADA:
Por la mañana, levantarme al amanecer, subir a la Sierra y ver salir el sol por la parte de Endrinal y Frades, mientras poco a poco se desvanecen las tinieblas de la noche y la tímida luz de las últimas estrellas desaparece. Caminar dos o tres horas por las veredas solitarias escuchando el rumor del agua de las fuentes y regatos y el trino de los pájaros; extender mi vista a lo lejos y observar toda la infinita gama de colores y aromas con que nos deleita esta extraordinaria ... (ver texto completo)
Por la mañana, levantarme al amanecer, subir a la Sierra y ver salir el sol por la parte de Endrinal y Frades, mientras poco a poco se desvanecen las tinieblas de la noche y la tímida luz de las últimas estrellas desaparece. Caminar dos o tres horas por las veredas solitarias escuchando el rumor del agua de las fuentes y regatos y el trino de los pájaros; extender mi vista a lo lejos y observar toda la infinita gama de colores y aromas con que nos deleita esta extraordinaria ... (ver texto completo)