Con un poco de imaginación se podría considerar la protección de uno de los ojos del
puente como la proa de un "vaporeto", con defensas de
nieve, surcando el Pisuerga, vestido de blanco, (Si esos ojos hablaran Venecia bajaría a segunda división),
aguas arriba, a la altura del puente
románico de Salinas. Pero que más quisiera Venecia que tener un lugar mágico como éste. Y cómo le vendería. Allí habría chinos, japoneses, etc.etc.
No valoramos lo que tenemos porque lo consideramos normal. Creo que
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