¡QUIERO SER COMO TÚ!
====================
Como todos los días, hoy he leído la hojita del Taco Calendario y me ha llamado la atención lo que dice. Es muy
interesante, y dá pie a muchas reflexiones.
"Mi hijo nació y yo no pude estar en el hospital porque estaba de viaje...
Aprendió a comer cuando menos lo esperaba... Y comenzó a hablar... Pero yo no estaba allí. ¡Cómo crece mi hijo!
A medida que crecía, mi hijo me decía a menudo:«Papá, ¿algún día seré como tú? ¿Cuándo regresas a casa, papá?». No
lo sé, hijo, pero cuando regrese, jugaremos juntos, ya lo verás»
Mi hijo cumplió diez años y me dijo:« ¡Gracias por la pelota, papá! ¿Quieres jugar conmigo?».«Hoy no puedo,
hijo, tengo mucho trabajo»
Mi hijo regresó de la universidad. Ya era todo un hombre. «Hijo, estoy orgulloso de tí, siéntate y hablemos un poco». «Hoy no, papá, tengo compromisos. Por favor, préstame tu coche para visitar a algunos amigos».
Ahora ya estoy jubilado, y mi hijo vive en otro lugar. Hoy le he llamado: « ¡Hola, hijo. ¿Cómo estás? ¡Me gustaría
tanto verte!».«Me encantaría, padre, pero no tengo tiempo. Tú sabes, mi trabajo, los niños... ¡Pero gracias por llamar
fue increíble oír tu voz!».
Al colgar el teléfono, me dí cuenta de que mi hijo había llegado a ser como yo.
====================
Como todos los días, hoy he leído la hojita del Taco Calendario y me ha llamado la atención lo que dice. Es muy
interesante, y dá pie a muchas reflexiones.
"Mi hijo nació y yo no pude estar en el hospital porque estaba de viaje...
Aprendió a comer cuando menos lo esperaba... Y comenzó a hablar... Pero yo no estaba allí. ¡Cómo crece mi hijo!
A medida que crecía, mi hijo me decía a menudo:«Papá, ¿algún día seré como tú? ¿Cuándo regresas a casa, papá?». No
lo sé, hijo, pero cuando regrese, jugaremos juntos, ya lo verás»
Mi hijo cumplió diez años y me dijo:« ¡Gracias por la pelota, papá! ¿Quieres jugar conmigo?».«Hoy no puedo,
hijo, tengo mucho trabajo»
Mi hijo regresó de la universidad. Ya era todo un hombre. «Hijo, estoy orgulloso de tí, siéntate y hablemos un poco». «Hoy no, papá, tengo compromisos. Por favor, préstame tu coche para visitar a algunos amigos».
Ahora ya estoy jubilado, y mi hijo vive en otro lugar. Hoy le he llamado: « ¡Hola, hijo. ¿Cómo estás? ¡Me gustaría
tanto verte!».«Me encantaría, padre, pero no tengo tiempo. Tú sabes, mi trabajo, los niños... ¡Pero gracias por llamar
fue increíble oír tu voz!».
Al colgar el teléfono, me dí cuenta de que mi hijo había llegado a ser como yo.