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HERRERA DE PISUERGA: OFICIOS EN LA VILLA (2°)...

OFICIOS EN LA VILLA (2°)
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El de herrero era otro oficio fundamental en el desenvolvimiento de la vida cotidiana en una comunidad rural. Y,
al igual que el carpintero, el herrero dependía del Ayuntamiento, el cual no solo contrataba a la persona encarga-
dade ejercer dicho oficio durante un año, sino que también reglamentaba todos los aspectos relacionados con el
desempeño de su profesión. El regimiento de Herrera de Pisuerga firmó en octubre de 1545 un concierto y acuerdo
de un año de duración con Juan García, herrero natural de Sahagún en el que se detallan algunos aspectos de inte-
rés.

"Y así platicando con el dicho Juan García y el dicho Juan García con los dichos señores del salario y partido
que se ha de dar, se concertaron que se le ha de dar y dé al dicho Juan García, y quedaron de le dar por el conce-
jo de esta villa porque resida en esta villa, ochocientos maravedíes pagados por tercios por el dicho año y más
le han de dar las casas que el dicho concejo tiene en que moraba Diego González, y el dicho Francisco del Cura,
para en que viva y more sin que dé ni ha de dar alquiler ninguno por ellas. Y otrosí, que por labrar a los labra-
dores y vecinos de esta villa que tienen y tuvieren labranza, por cada par de bueyes que labraren le han de dar y
den siete celemines de trigo por cada año, y por cada par de mulas que labraren a catorce celemines de trigo. Y con que ha de labrar a los dichos vecinos de esta dicha villa como labraba Diego González, herrero, vecino que fue
de esta villa, que es a cinco maravedíes libra de azadón e de azada; y de calzaduras de reja cinco blancas; y de
punta de reja dos maravedíes, como lo labraba el dicho Diego González, herrero, y por que labre a los dichos preci-
os se le dan los dichos ochocientos maravedíes y casa en que viva, de salario por un año."

En el contrato destaca la alusión a útiles del trabajo agrícola ya caidos en desuso, como el arado romano, (rejas,
calzadura y punta de rejas...), y a animales de labranza (bueyes, mulas), imprencindibles en tiempos no muy lejanos
en las faenas del campo, que periódicamente necesitaban de los servicios de un herrero para cambiar de herraduras
y cortar las pezuñas. Por las cláusulas del acuerdo se ve el trato de favor que se dispensaba al herrero, acorde
con la trascendencia social de su trabajo en el medio rural. Buenas tardes.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
La fuente de este comentario, es la misma que el anterior. HERRERA DE PISUERGA: Aproximación histórica. Los autores
son: Cesàreo Pérez González y Luis Antonio Arroyo Rodríguez.
Angel: La minuciosidad de la descripción de estos contratos me ha recordado "Las Cuentas del Gran Capitán", Gonzalo Fernández de Córdoba, a Fernando el Católico. Un beso.
Piedad Vallejo