Gol. José María Barcena, HERRERA DE PISUERGA

(Septiembre de 1952)
Chus hija, que no tienes de Herrera que maravilla lo guardas todo te pareces a uno que yo tengo en casa, ja, ja, ja, ja, un beso guapa y sigue así……………
Ana O. Que gusto cada vez que escribes en el foro, se nota la pasión que tienes por Herrera, como todos los que seguimos este medio, pero tu retórica y tus sentimientos traspasan la pantalla. Recuerdo perfectamente el detalle que has comentado de la pregonera del 2009, vaya fallo, se notaba que había venido sin prepararse; te he de decir que incluso aquí, en Burgos, me llaman a menudo "herreriana" y como te puedes imaginar me sienta a cuerno quemado. Un abrazo.
Hoy en día en la información mandan EL TIEMPO y EL ESPACIO, si a esto le añadimos LA DIRECCIÓN nos queda que lo único verdadero de la televisión son los anuncios de las marcas serias y a veces ni eso.
Cuando paso lo del cuadro de la Ermita, en el programa de Buenafuente se hicieron eco de la noticia y no les tocó ni el reintegro, la fuente de información fue nefasta y la manera de dar la noticia peor y así quedó la cosa. Al final habrá que pensar que la telebasura tiene tanta audiencia porque como...
Posdata al mensaje anterior.
Hubiera bastado con incluir en algún momento de la emisión del programa una frase de este tipo "Imágenes tomadas en La Alberca" para no equivocar al espectador.

Por cierto, en el pregón del Festival del Cangrejo del 2009, encargado a la directora de informativos de Telemadrid, la pregonera tuvo la osadía de presentarse sin prepararse debidamente el discurso y nos llamó herrerianos, una falta de consideración que corrigió con fortuna el presentador del acto, nuestro...
Félix, totalmente de acuerdo con todo lo que dices, pero mira que es dificultoso realzar los detalles sin pasiones cuando el tema es Herrera.

Allá, por los años 80, en plena juventud, compartíamos largas veladas con amigos en las que no era casual que se hablara de las excelencias de Herrera, cuidad ensalzada por mi primo Julio Enrique y por mí hasta quedarnos en soledad.
Con frecuencia cometíamos la gran torpeza de establecer comparaciones con otras localidades vinculadas con los allí presentes...