En los días de estío que por la tarde salía el cierzo, las crías nos solíamos remansar al sol, en la puerta del zapatero remendón que era mudo. Nos pasábamos la tarde sentadas jugando a los alfileres, o contando cuentos e histórias a medias verdades, siempre terroríficas que según se iba echando encima la noche, con más facilidad nos introducíamos en el papel de la víctima; donde siempre se recordaba al "saca mantecas" y fantasmas, que con más facilidad, pululaban en nuestras mentes en la oscuridad ... (ver texto completo)
Ahora que has sacado a colación al mudo de Sotobañado, recuerdo verle en más de una ocasión los miercoles en Herrera hablando por señas, claro, con otro mudo de otro pueblo - en estos momentos no recuerdo el pueblo - en la plaza. Años más tarde supe que el de Sotobañado se habia trasladado a Vizcaya. Para más señas, puedo describir como eran cada uno, el de Sotobañado era moreno, fino, ligeramente encorbado y de paso menudo, al contrario del otro, que era fuerte cabeza gorda y rizoso, se notaba que ... (ver texto completo)