Aquí estoy, preparando el
jardín para el
otoño, cuidando el césped, mirando el pequeñísimo
huerto y ordenando la
casa. Me entretiene, me divierte, me hace bien. La genealogía tiene ritmo discontinuo, a veces es frenético, en otras ocasiones una larga vacación porque no surgen nuevas pistas el cerebro está cansado... Es bueno alternar la tarea. Y disfrutar siempre, acompañando los días en la presencia de Dios. Un abrazo. Nelba