Oración para el día séptimo
Tristísima y dolorosísima
Virgen María mi Señora, que constituida en el mayor desconsuelo al ver la precisión de bajar de la
Cruz a vuestro difunto Jesus y la falta de arbitrios para ejecutarla y darle honrosa sepultura, clamásteis al
cielo, y oída vuestra oración fué socorrida la necesidad por la piedad de dos piadosos varones José y Nicodemus, quienes prevenidos de todo lo necesario se presentaron y os dieron el consuelo de desenclavarlo, y colocaron en vuestro regazo
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