Cuantas veces me he metido en las
cuevas de este hermoso
paisaje.
De pequeña, recuerdo que haciamos encuentros los niños de Fuenteurbel con los de
La Piedra, acompañados por las maestras respectivas.
Estos hechos tan entrañables, y otros, hicieron que mi infancia, a pesar de todas las privaciones que sufri, fuera muy
feliz.