LA RAD: Sobre los turmogos se sabe muy poco. Es posible que...

Sobre los turmogos se sabe muy poco. Es posible que llegasen, en algún momento -entre los siglos VI y II a. n. e., a ocupar algunos de los castros del suroeste de la antigua Cantabria. Se necesita mucha investigación al respecto. Quizás, como antes estuvieron otros pueblos que solo han dejado rastro en sus monumentos paleolíticos, fluctuaron en los territorios que controlaban; parece que era un pueblo poco numeroso (las fuentes romanas, importante dato histórico, les asignan pocas poblaciones del centro noroccidental de Burgos y algo en Palencia) y no presentaba excesiva beligerancia con los vecinos. Al ser pueblo de relativa facilidad para ser dominado (véase, este sí que es dato firme: el fácil sometimiento por los romanos) es posible que ya algún tiempo antes del sometimiento a Roma retrocediesen ante el empuje de pueblos vascones y cántabros que se asentaron en esa frontera natural que forma el Sur de Las Loras: Monte Bernorio, Peña Amaya, Peña Ulaña, entre otras.
Que los vascones llegaron al suroeste de Las Loras lo dice, entre otros, el nombre Amaia (amai en vasco es límite, final de un territorio; y el nominativo amaia es el límite), nítidamente vasco. He aquí otro dato histórico contundente: había una vía romana desde León a Julióbriga (cerca de Reinosa) y a un puerto cerca de la actual Santander (actual Suances) que pasaba por Amaia (en el museo arqueológico de Asturias están las denominadas cuatro placas de barro con sus respectivos itinerarios de vías romanas; en la que aparece Amaia es la denomianda número 1).
En resumen: parece ser que, al menos en los tiempos de la conquista romana del siglo I a. n. e., el suroeste de Las Loras estaba poblada por cántabros y vascones que quizás eran tribus de una misma familia o, como apuntan algunos, quizás vivían mezclados en ciertos lugares y confluían en intereses, como la lucha por su independencia frente a Roma. Lo que sí queda claro es que Roma venció a varios pueblos de cántabros, aunque parece que no les convenció; y logró abrir esa y otras vías, un poco en ese tipo de ocupación que en la actualidad practica Estados Unidos: controla ciertas vías e influye en ese entorno; pero el resto del territorio continúa siendo absolutamente indómito e indomado. Concretamente por Hoyos del Tozo, junto a la denominada Peña los Moros, pasa una calzada romana que sube por Sargentes al Valle. Se trata de un pasadizo estrecho a uno de cuyos lados tenía un campamento (y una pequeña ceca: mucha gente del entorno tiene numerosas monedas romanas de los siglos II después de Cristo) y en el otro, encima del farallón, parece que exitía un puesto de vigía.