A la muerte del maestro, las trazas originales se vieron modificadas abandonandose el proyecto
románico ideado por Fruchel del que sólo se había realizado parte de la cabecera. Con la irrupción del
gótico el templo pasaría a tener tres naves y en su conjunto recibiría diversas modificaciones. La de
Ávila es la primera
catedral de la península en la que se aplicaron las novedades constructivas del gótico.