La
catedral de
Ávila fue declarada
Monumento Histórico
Artístico el 31 de octubre de 1914. Con todo ello, la catedral de Ávila, que no es demasiado ponderada por los estudiosos de
arte, se acerca a los cánones de desmaterialización de los muros y verticalidad del genuino
gótico francés. ¡Qué lastima que las
vidrieras sean anodinamente incoloras!