La
Catedral de
Ávila dedicada al Salvador se proyectó como templo y fortaleza. Ávila es la ciudad que levantó la
muralla más formidable y convirtió la Catedral en un fuerte inexpugnable. Un
paseo por el exterior de la Catedral deja claro el carácter
militar del templo; la
torre Norte a la entrada, el Cimorro en el
ábside y el perímetro almenado de las cubiertas, reafirman su compromiso defensivo.