Posteriormente se levantó un nuevo
coro en el centro de la nave para separarlo del
altar mayor y se derribó la tribuna
románica existente sobre la girola para otorgar una mayor luminosidad al espacio de la cabecera. En 1595 se comenzó la
Capilla de
San Segundo y se fortificó en granito el exterior de la cabecera, la parte conocida como El Cimorro.