Anoche volví a releer en El Perfil los artículos mencionados, a ver si era capaz de ver el asunto con más otro punto de vista y tomármelo con un poco de mejor humor... pero fue imposible. Me volví a enfadar un montón, me parece inconcebible que pasen estas cosas.
Porque, una de dos:
O es verdad, y entonces nos encontramos con políticos que no quieren debatir, que no quieren que los "contrarios" informen, y que son capaces de influir en los medios periodísticos (el cuarto poder, se decía).
O es mentira, y entonces tenemos políticos que son capaces de hacer y decir las cosas que hagan falta para desprestigiar al contrario, para dejarle a la altura del betún y para creerse que son los únicos que dicen la verdad.
No sé cuál de las dos opciones es peor. Lo que sí sé es que ninguna es buena.
¿No se atreverá ninguno de los candidatos (o alguno de sus representantes) a aparecer por aquí a dar explicaciones? Pero explicaciones de verdad.
Buenos días.
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