VILLEL DE MESA
HACE DOS AÑOS QUE FALLECIO NUESTRO PÁRROCO ENRIQUE HERRANZ MARTÍNEZ
EN NOMBRE DE TODO UN PUEBLO.
QUERIDO AMIGO ENRIQUE
Seguro que antes que escriba estas letras ya habrás sentido cuanto pueda comunicarte. Hay recuerdos que nos dejastes y que dificilmente podemos expresar, pero es cierto que nos hicieron crecer en la fe y en el amor, en todos los largos años que pastoralmente atendistes a estos pueblos del Vallel del Mesa, y Siusamón de Aragón. Los pueblos siguen mirando especialmente al Cielo, una mirada en el recuerdo reciente a los Santos y en recuerdo de todos los fieles difuntos. Mañana en la
parroquuia de Nuestra Señora de la Asunción de la capital del Vallel del Mesa, Fermamdo Rojo, el párroco, celebrará la Eucaristía en tu memoria con la asistencia de los feligreses que tantos años te acompañamos, en el día a día al toque de las campanas, a las 9 horas y festivos a las 12. Ahora guardan silencio y cada 15 días se despierta y nos convocan.
Y que te voy a contar que tu no sepas. Nos dejates, con aquel recuerdo, como el cura rural, que en cada uno de los cinco pueblos te reconocían. Villel, Algar, Mochales, Amayas y Sisamón. Y en tu 50 aniversario, en la placa colocada en el pórtico de la Iglesia el homenaje, seguirá tu nombre inolvidable.
El domingo las familias visitarón el cementerio y sobre las tumbas las flores cubrían los nonmbres. Oraciones, lagrimas, las miradas, en el silencio se hacía presentes tus gestos, el eco de la voz y tu mirada, que junto a nuestros seres queridos forma parte del lugar santo que a todos nos espera.
Conservo tu número de teléfono con tu nombre, y a la llmada siempre responde tu familia, con la cual conviviste, dejaste tus manos tus palabras y tus miradas con las que siempre somos recibidos. Es Vicenta y su madre María Santos, que un año más han cultivado y cuidado del huerto y a estas alturas del otoño ya han recogido su fruto. Como también te gustaba que te conocieran, el buen hortelano, y que al mismo tiempo compartías con los vecinos de tu parcela, comparando como crecían los tomates y otros frutos.
Querdio amigo Enrique, en nombrre de todas las personas que te conocimos, expresamos una vez más el mayor agradecimiento por cuantos nos ayudaste. Hoy, mañana y durante todos los días de nuestras vidas estarás en nuestro recuerdo junto a los nombres de nuestros familiares, amigos, conocidos y sin olvidar al anterior párroco Germán Hernando, que también fue guia en nuestra infancia.
No sé cuando volveré a escribir otra carta. Olvidaba decir, que sigo en Barcelona, en el mimso lugar de hace 13 años, que me acompañaste en el día de la ordenación diaconal. Descansa en paz. Este sábadp te honraremos con la misa.
N. A. 6//11//2015, pá. 66
HACE DOS AÑOS QUE FALLECIO NUESTRO PÁRROCO ENRIQUE HERRANZ MARTÍNEZ
EN NOMBRE DE TODO UN PUEBLO.
QUERIDO AMIGO ENRIQUE
Seguro que antes que escriba estas letras ya habrás sentido cuanto pueda comunicarte. Hay recuerdos que nos dejastes y que dificilmente podemos expresar, pero es cierto que nos hicieron crecer en la fe y en el amor, en todos los largos años que pastoralmente atendistes a estos pueblos del Vallel del Mesa, y Siusamón de Aragón. Los pueblos siguen mirando especialmente al Cielo, una mirada en el recuerdo reciente a los Santos y en recuerdo de todos los fieles difuntos. Mañana en la
parroquuia de Nuestra Señora de la Asunción de la capital del Vallel del Mesa, Fermamdo Rojo, el párroco, celebrará la Eucaristía en tu memoria con la asistencia de los feligreses que tantos años te acompañamos, en el día a día al toque de las campanas, a las 9 horas y festivos a las 12. Ahora guardan silencio y cada 15 días se despierta y nos convocan.
Y que te voy a contar que tu no sepas. Nos dejates, con aquel recuerdo, como el cura rural, que en cada uno de los cinco pueblos te reconocían. Villel, Algar, Mochales, Amayas y Sisamón. Y en tu 50 aniversario, en la placa colocada en el pórtico de la Iglesia el homenaje, seguirá tu nombre inolvidable.
El domingo las familias visitarón el cementerio y sobre las tumbas las flores cubrían los nonmbres. Oraciones, lagrimas, las miradas, en el silencio se hacía presentes tus gestos, el eco de la voz y tu mirada, que junto a nuestros seres queridos forma parte del lugar santo que a todos nos espera.
Conservo tu número de teléfono con tu nombre, y a la llmada siempre responde tu familia, con la cual conviviste, dejaste tus manos tus palabras y tus miradas con las que siempre somos recibidos. Es Vicenta y su madre María Santos, que un año más han cultivado y cuidado del huerto y a estas alturas del otoño ya han recogido su fruto. Como también te gustaba que te conocieran, el buen hortelano, y que al mismo tiempo compartías con los vecinos de tu parcela, comparando como crecían los tomates y otros frutos.
Querdio amigo Enrique, en nombrre de todas las personas que te conocimos, expresamos una vez más el mayor agradecimiento por cuantos nos ayudaste. Hoy, mañana y durante todos los días de nuestras vidas estarás en nuestro recuerdo junto a los nombres de nuestros familiares, amigos, conocidos y sin olvidar al anterior párroco Germán Hernando, que también fue guia en nuestra infancia.
No sé cuando volveré a escribir otra carta. Olvidaba decir, que sigo en Barcelona, en el mimso lugar de hace 13 años, que me acompañaste en el día de la ordenación diaconal. Descansa en paz. Este sábadp te honraremos con la misa.
N. A. 6//11//2015, pá. 66
