Mis primeros recuerdos de esta Virgen y su ermita datan de mi infancia. A finales de los cincuenta, siendo yo de unos seis u ocho años, fui con mi padre de Torrebaja (Valencia) a Algarra, donde teníamos parientes. Llevábamos dos caballerías, una cargada con manzanas y otra para montar. El objetivo de aquel viaje era comprar o cambiar las manzanas por patatas de las de sembrar; quizá las manzanas eran sólo para regalar. Mi padre era agricultor y también tratante, por lo que se conocía bien los vericuetos ... (ver texto completo)