ALGARRA: DESDE EL RINCÓN ...

DESDE EL RINCÓN
DE ADEMUZ

Alfredo Sánchez Garzón

lunes, 8 de octubre de 2012
LA VIRGEN DE SANTERÓN EN LA MEMORIA (I).

Recuerdos –evocaciones y remembranzas- de un algarreño octogenario.

A Francisco Martínez Marín (Algarra, 1927),
en su octogésimo quinto cumpleaños.

Palabras previas.
Desde mi infancia vengo oyendo hablar de Algarra (Cuenca), de la Virgen de Santerón y del rento de su nombre... Sin embargo, hasta hace catorce años no la conocía, me refiero a su imagen –esto fue en el XL septenario (1998)-: cuando la vi me quedé prendado de su sencillez y popularidad, viendo cómo una imagen tan simple despertaba tanto fervor. Se trata de una representación barroca, una virgen “de las de vestir”, pues de la imagen sólo puede verse la cara con las mejillas rosadas y una mano, la derecha, mientras con otra sujeta un niño Jesús, del que únicamente vemos la cabeza y el brazo derecho con la manita extendida y el índice levantado.
La imagen de la Virgen de Santerón porta un manto que le llega hasta la peana, basa o plataforma cuadrangular con otra estructura esférica plateada encima, de la que nace por delante una media luna, en la que figuran tres querubines o cabezas aladas: una en el centro y las otras a los lados. A María de Santerón sólo se la ve el rostro, si bien se la representa coronada y en lo alto lleva una esfera con una cruz; porta también una gran corona radiada con ocho estrellas. Aunque resulte obvio, cabe decir que en la Virgen de Santerón se venera a María, la madre de Jesús de Nazaret: sin el Niño la imagen no significaría nada, pues la misión de la Virgen es mostrar el fruto bendito de su vientre.