Ví una
hoguera anunciando el Solsticio de
invierno. Cantos rituales, calor humano y regocijo. Todos ponían en común pasado, presente y el futuro, el chamán lo iba descifrando con el flamear de la hoguera.
Necesidad de ser protegidos y acogidos en esa Luz que nos quita el ancestral miedo primitivo. Los ojos enrojecidos por los brebajes mágicos y la densa cortina de humo, buscaban miradas de reencuentro.
La
fiesta empezó en la cena. En el ágape, habían tomado la dosis de fuerza necesaria para la
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