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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Historia de los godos, vándalos y suevos...

Historia de los godos, vándalos y suevos

Artículo principal: Historia de regibus Gothorum, Vandalorum et Suevorum

Isidoro hizo primero una versión breve, entre 619 y 620, y otra larga en 624. La larga remarca más el triunfo del catolicismo sobre el arrianismo y es la más difundida.​ Ensalza a reyes católicos como Recaredo, Sisebuto y Suintila. No cae en el fanatismo, criticando que Sisebuto ordenase la conversión forzosa de los judíos y no defendiendo la rebelión del santo católico Hermenegildo contra su padre, el rey arriano Leovigildo.​

La versión larga comienza con la Laus Hispaniae/Spaniae o De laude Hispaniae/Spaniae, de exaltación patriótica.​

Según Vázquez de Praga, con esta obra Isidoro se convierte en el primer autor que renuncia a la continuidad romana en Hispania y se legitima la presencia de los godos.

Según el académico jesuita español José Madoz Moleres, esta es una obra sobre los godos con breves apéndices sobre los vándalos y los suevos.​

Cuando trata de los godos habla desde su origen, diciendo que descienden Magog, y continúa hasta el saqueo de Roma por Alarico I en el 410. Luego desde ese hecho hasta la unidad política del reino de Toledo y el reinado de Leovigildo. El siguiente punto fundamental para Isidoro es la conversión de Recaredo y la unidad católica de Hispania. Tras narrar su historia hay un texto conocido como Recapitulatio o Laus Gothorum, que es un elogio de este pueblo.

Sobre los vándalos, habla de cuando cruzaron el Rin en el 406 y pasaron por las Galias. También relata cómo cruzaron los Pirineos en el 409 para irrumpir en España causando muerte y devastación. Luego habla de cómo los bárbaros se orientaron hacia la paz y se dividieron Hispania: los vándalos asdingos y los suevos en Galicia, los alanos en Lusitania y los vándalos silingos en la Bética. Dice que el rey Genserico apostató del catolicismo para hacerse arriano y llevó a todo su pueblo al norte de África y asaltó Roma. Habla de las persecuciones de católicos por algunos reyes vándalos y del final del reino vándalo causado por el general bizantino Belisario en el 526.​

Sobre los suevos, narra cómo Hermerico entró en Hispania en el 408. Se instalaron con los vándalos asdingos en Galicia y, cuando los vándalos pasaron a África, se quedaron con este territorio para ellos solos. También narra expediciones militares de los suevos a otras partes con Requila y Requiario. La entrada de los godos en la península ibérica pondría fin a los avances suevos y los recluyó en Galicia desde el 457. Isidoro relata la conversión de Reciario desde el paganismo al catolicismo en el 448. Sin embargo dice que un predicador galo, Ayax o Alax, terminó por convertir en arrianos a los suevos. Tras esto, dice que Teodomiro volvió al catolicismo con el apoyo de san Martín de Braga. Finalmente, Leovigildo se anexionó el territorio de los suevos, debilitados por luchas internas de poder, cuando eran gobernados por el usurpador Andeca.