¡Vaya! Ahora mismo me voy a Google para ver quién es Pedro Romero de Terreros al que no tengo el gusto de conocer, y si El Poeta le dijo a El Emigrao hace seis años que se iba a llevar una sorpresa si entraba en Google, por algo sería. ¡Vamos, digo yo!
Bueno, pues ya tengo localizada la biografía del paisano de El Poeta, así que aquí va...
"Pedro Romero de Terreros, I conde de Regla (Cortegana, España, 10 de junio de 1710 - Huasca, virreinato de Nueva España, 1781), fue un noble y hombre de negocios español afincado en el México colonial que se dedicó a la explotación de minas y de haciendas, así como a actividades filantrópicas y de patrocinio. Se cree que fue uno de los hombres más ricos de su tiempo...
"Pedro Romero de Terreros, I conde de Regla (Cortegana, España, 10 de junio de 1710 - Huasca, virreinato de Nueva España, 1781), fue un noble y hombre de negocios español afincado en el México colonial que se dedicó a la explotación de minas y de haciendas, así como a actividades filantrópicas y de patrocinio. Se cree que fue uno de los hombres más ricos de su tiempo...
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Nació el 10 de junio de 1710 en la localidad andaluza de Cortegana, en la Sierra de Aracena. Pertenecía a una familia de hidalgos rurales, siendo el quinto hijo del matrimonio formado por José Romero y Ana de Terreros. Desde temprana edad manifestó capacidades intelectuales excepcionales, y como no podría beneficiarse del mayorazgo familiar, sus padres consideraron que realizara estudios eclesiásticos. A la edad de veintidós años embarcó para la Nueva España reclamado por su tío Juan Vázquez de Terreros, prominente ciudadano de Santiago de Querétaro. Pedro asumió el control de los negocios de su tio, que iban en decadencia, y los volvió beneficiosos de forma muy rápida...
Nació el 10 de junio de 1710 en la localidad andaluza de Cortegana, en la Sierra de Aracena. Pertenecía a una familia de hidalgos rurales, siendo el quinto hijo del matrimonio formado por José Romero y Ana de Terreros. Desde temprana edad manifestó capacidades intelectuales excepcionales, y como no podría beneficiarse del mayorazgo familiar, sus padres consideraron que realizara estudios eclesiásticos. A la edad de veintidós años embarcó para la Nueva España reclamado por su tío Juan Vázquez de Terreros, prominente ciudadano de Santiago de Querétaro. Pedro asumió el control de los negocios de su tio, que iban en decadencia, y los volvió beneficiosos de forma muy rápida...
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Después de la muerte de Juan Vázquez de Terreros en 1735 asumió en su lugar varios cargos municipales, llegando a ser en el año de 1742 alcalde, alférez real y alguacil mayor de la ciudad de Querétaro. Estos cargos le ayudaron a enriquecer sus conocimientos y así se enteró de que en el poblado de Real del Monte existían grandes vetas de plata, oro y otros minerales. Como era una persona con ambiciones, no tardó en llegar a esta localidad, donde se asoció en 1743 con José Alejandro Bustamante y Bustillo, quien había conseguido desde 1739 el permiso de parte del conde de Revillagigedo, por entonces Virrey de la Nueva España, para realizar trabajos de explotación en la veta llamada La Vizcaína. Romero de Terreros era el socio que aportaba el capital, lo que, con el tiempo y a la muerte accidental de Bustamante en 1750, le permitió reclamar y tomar posesión permanente como propietario único de la veta y así poder acumular una enorme fortuna. Esta veta fue la única que se explotó durante los últimos sesenta años del siglo XVIII, y era tan rica que, en 1746, se registraron 900 familias de trabajadores asignados a este yacimiento...
Después de la muerte de Juan Vázquez de Terreros en 1735 asumió en su lugar varios cargos municipales, llegando a ser en el año de 1742 alcalde, alférez real y alguacil mayor de la ciudad de Querétaro. Estos cargos le ayudaron a enriquecer sus conocimientos y así se enteró de que en el poblado de Real del Monte existían grandes vetas de plata, oro y otros minerales. Como era una persona con ambiciones, no tardó en llegar a esta localidad, donde se asoció en 1743 con José Alejandro Bustamante y Bustillo, quien había conseguido desde 1739 el permiso de parte del conde de Revillagigedo, por entonces Virrey de la Nueva España, para realizar trabajos de explotación en la veta llamada La Vizcaína. Romero de Terreros era el socio que aportaba el capital, lo que, con el tiempo y a la muerte accidental de Bustamante en 1750, le permitió reclamar y tomar posesión permanente como propietario único de la veta y así poder acumular una enorme fortuna. Esta veta fue la única que se explotó durante los últimos sesenta años del siglo XVIII, y era tan rica que, en 1746, se registraron 900 familias de trabajadores asignados a este yacimiento...
Entre 1745 y 1781, año de su fallecimiento, Romero de Terreros se hizo notar como benefactor de varios centros religiosos, en particular a conventos y colegios franciscanos donde se instruía a misioneros. Otorgó 41.933 pesos al colegio de San Fernando de México, 91.023 pesos al colegio de la Santa Cruz de Querétaro y otros 100.000 pesos al convento y colegio de San Francisco de Pachuca.
En 1756 se casó en la Ciudad de México con doña María Antonia de Trebustos y Dávalos, de veintidós años de edad, hija de una de las familias más distinguidas de la Nueva España.
Debido a sus ideas y propuestas para promover grandes acciones de índole religiosa, cultural y de beneficencia, se le otorgó en diciembre de 1768 por parte del rey Carlos III el título nobiliaro de conde. Él mismo escogió el título de Conde de Santa María de Regla por la devoción que profesaba a esta advocación mariana, especialmente venerada en el covento agustino de Chipiona y cuya devoción se extendió por diversos lugares de la América española. En honor de la Virgen de Regla también habia titulado su principal hacienda como San Miguel Regla....
En 1756 se casó en la Ciudad de México con doña María Antonia de Trebustos y Dávalos, de veintidós años de edad, hija de una de las familias más distinguidas de la Nueva España.
Debido a sus ideas y propuestas para promover grandes acciones de índole religiosa, cultural y de beneficencia, se le otorgó en diciembre de 1768 por parte del rey Carlos III el título nobiliaro de conde. Él mismo escogió el título de Conde de Santa María de Regla por la devoción que profesaba a esta advocación mariana, especialmente venerada en el covento agustino de Chipiona y cuya devoción se extendió por diversos lugares de la América española. En honor de la Virgen de Regla también habia titulado su principal hacienda como San Miguel Regla....
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