QUERIDA, QUERINDANGA, QUERINDONGA.
Esta el el insulto que he encontrado para el día de hoy ¡Quién me iba a decir a mí, que la palabra "Querida" era un insulto..., jamás lo hubiese pensado!.
QUERIDA,...,....=Mujer que tiene relaciones amorosas, o un apaño, con un hombre que la mantiene para satisfacer su lascivia; en cuanto a querindonga, es despectivo de "querida". Larra, escribe: "Se muere por las jorobas sólo porque tuvo un querido que llevaba una excrecencia bastante visible entre ambos omoplatos".
Son términos muy del gusto del siglo XIX, en que a la moza enamoradiza se le llamó "querendona", término que se aplicó también a la amante o manceba de alguien, vocablo muy utilizado antaño en Andalucía, Murcia y Canarias. Pudo experimentar un cruce con la voz "maturranga" = apaño, treta, marrullería, en contextos muy despectivos.
Esta el el insulto que he encontrado para el día de hoy ¡Quién me iba a decir a mí, que la palabra "Querida" era un insulto..., jamás lo hubiese pensado!.
QUERIDA,...,....=Mujer que tiene relaciones amorosas, o un apaño, con un hombre que la mantiene para satisfacer su lascivia; en cuanto a querindonga, es despectivo de "querida". Larra, escribe: "Se muere por las jorobas sólo porque tuvo un querido que llevaba una excrecencia bastante visible entre ambos omoplatos".
Son términos muy del gusto del siglo XIX, en que a la moza enamoradiza se le llamó "querendona", término que se aplicó también a la amante o manceba de alguien, vocablo muy utilizado antaño en Andalucía, Murcia y Canarias. Pudo experimentar un cruce con la voz "maturranga" = apaño, treta, marrullería, en contextos muy despectivos.
Este insulto no lo he oido en mi vida: Rahez, rafez.
RAHEZ=Vil y despreciable; sujeto de ínfima condición y muy baja estofa; persona de ningún valor social; individuo soez. Es voz del término árabe rafiz = de bajo precio. Deriva del antiguo verbo rahezar: envilecerse, y como tal cuenta con uso muy antiguo en castellano. El rabino de Carrión, Sem Tob, en sus
Proverbios morales, (mediados del siglo XIV) usa así el término:
Sy mi razón es buena,
non sea despreçiada
porque la diz presona
rafez, que mucha espada
de fyno azero sano
sale de rrota vayna...
El Marqués de Santillana recoge así esta palabra, muy en boga antaño, y hoy sólo de uso literario:
No digo que te raheces
por tal vía,
que seas en compañía
de soheces.
RAHEZ=Vil y despreciable; sujeto de ínfima condición y muy baja estofa; persona de ningún valor social; individuo soez. Es voz del término árabe rafiz = de bajo precio. Deriva del antiguo verbo rahezar: envilecerse, y como tal cuenta con uso muy antiguo en castellano. El rabino de Carrión, Sem Tob, en sus
Proverbios morales, (mediados del siglo XIV) usa así el término:
Sy mi razón es buena,
non sea despreçiada
porque la diz presona
rafez, que mucha espada
de fyno azero sano
sale de rrota vayna...
El Marqués de Santillana recoge así esta palabra, muy en boga antaño, y hoy sólo de uso literario:
No digo que te raheces
por tal vía,
que seas en compañía
de soheces.
Sacamuelas. ¡Hablas más qué un sacamuelas! Esto lo oíamos decir algunas veces en Alconchel.
SACAMUELAS=Charlatán y enredador. Se dice en sentido figurado de la persona que en cualquier materia o razón quiere alzarse con el triunfo, independientemente de la veracidad o justicia del asunto; individuo que miente con desfachatez y a las claras, con evidente descaro, con tal de llevar a cabo su plan. Se dijo por la costumbre antigua de los dentistas o sacamuelas, que prometían en plazas y mercados sacar muelas o extraer dientes sin provocar en el paciente dolor alguno, para convencerles de lo cual tenían que hablar por los codos. En el teatro de los siglos de oro es personaje del que se echa mano, a menudo despectivamente. Agustín Moreto lo emplea así:
Yerra un doctor la cura a unas viruelas
que las puede curar un sacamuelas...
Y Tirso de Molina, en el mismo siglo XVII:
Muertes en rosario, al cuello:
parecerán sacamuelas.
Hoy se emplea como término despectivo con el que se califica a los malos dentistas, en el mismo sentido que hablamos de "matasanos" cuando nos referimos a los medicastros.
SACAMUELAS=Charlatán y enredador. Se dice en sentido figurado de la persona que en cualquier materia o razón quiere alzarse con el triunfo, independientemente de la veracidad o justicia del asunto; individuo que miente con desfachatez y a las claras, con evidente descaro, con tal de llevar a cabo su plan. Se dijo por la costumbre antigua de los dentistas o sacamuelas, que prometían en plazas y mercados sacar muelas o extraer dientes sin provocar en el paciente dolor alguno, para convencerles de lo cual tenían que hablar por los codos. En el teatro de los siglos de oro es personaje del que se echa mano, a menudo despectivamente. Agustín Moreto lo emplea así:
Yerra un doctor la cura a unas viruelas
que las puede curar un sacamuelas...
Y Tirso de Molina, en el mismo siglo XVII:
Muertes en rosario, al cuello:
parecerán sacamuelas.
Hoy se emplea como término despectivo con el que se califica a los malos dentistas, en el mismo sentido que hablamos de "matasanos" cuando nos referimos a los medicastros.
Tagarote, tagarete. Este insulto no lo he oído en mi vida, y creo que es la primera vez que lo veo escrito.
TAGAROTE=Parásito, que aspira a vivir de mogollón. En el Tesoro de la Lengua, (1611) Covarrubias tiene esto que decir: "Suelen llamar tagarotes (a) unos hidalgos pobres, que se pegan a donde pueden comer...".
En su acepción principal: baharí, ave rapaz usada en cetrería, es voz castellana antigua, utilizada en el siglo XIV. En sentido figurado no sorprende que un ave de rapiña pueda entrar a formar parte del pobladísimo campo semántico de vagos, parásitos y gorrones que se arriman a cualquier mesa cuando es la hora de la pitanza. La España de los siglos XVI y XVII estuvo llena de estos hidalgos venidos a menos, que por no serles permitido el trabajo manual debido a su clase, andaban siempre hambreando; a diferencia de la clase plebeya o villana no podían ponerse en la cola de los conventos a esperar la sopa boba, ni juntarse a un estudiante rico para comer de gorra. La prohibición legal de emprender trabajos manuales los incapacitaba para ocupación otra que el ejército, la marina o la Iglesia. Recuerde el lector al Lazarillo de Tormes, donde el pícaro protagonista sirve en casa de uno de éstos tagarotes; o al Buscón, de Quevedo, por donde a menudo se ve pasar al tagarote en busca de su comida como incógnita sin despejar.
El término se utilizó también para describir a quien aspira a poseer más cosas de las que puede permitirse; o a quien vive por encima de sus posibilidades.
TAGAROTE=Parásito, que aspira a vivir de mogollón. En el Tesoro de la Lengua, (1611) Covarrubias tiene esto que decir: "Suelen llamar tagarotes (a) unos hidalgos pobres, que se pegan a donde pueden comer...".
En su acepción principal: baharí, ave rapaz usada en cetrería, es voz castellana antigua, utilizada en el siglo XIV. En sentido figurado no sorprende que un ave de rapiña pueda entrar a formar parte del pobladísimo campo semántico de vagos, parásitos y gorrones que se arriman a cualquier mesa cuando es la hora de la pitanza. La España de los siglos XVI y XVII estuvo llena de estos hidalgos venidos a menos, que por no serles permitido el trabajo manual debido a su clase, andaban siempre hambreando; a diferencia de la clase plebeya o villana no podían ponerse en la cola de los conventos a esperar la sopa boba, ni juntarse a un estudiante rico para comer de gorra. La prohibición legal de emprender trabajos manuales los incapacitaba para ocupación otra que el ejército, la marina o la Iglesia. Recuerde el lector al Lazarillo de Tormes, donde el pícaro protagonista sirve en casa de uno de éstos tagarotes; o al Buscón, de Quevedo, por donde a menudo se ve pasar al tagarote en busca de su comida como incógnita sin despejar.
El término se utilizó también para describir a quien aspira a poseer más cosas de las que puede permitirse; o a quien vive por encima de sus posibilidades.
Esto es lo que dice Celdrán sobre el insulto Uñilargo.
UÑILARGO=Ladrón; que tiene las manos muy largas, y un desmedido gusto por lo ajeno. Se dice del ratero aficionado, o descuidero, que roba si se presenta la ocasión. El crítico literario sevillano, Francisco Rodríguez Marín, en Azar y otros cuentos, echa mano del término, al parecer propio de aquella región
andaluza: "... mandó llamar a un escribano que tenía fama de uñilargo, en son de consulta".
Mi madre, Dolores Gomariz, canaria de origen gaditano, utilizaba así el término referido a cierto
fulano zascandil y ladrón, en los años cuarenta: "a fulanito nunca faltará qué comer, porque como es
uñilargo siempre arrebaña con algo..:".
UÑILARGO=Ladrón; que tiene las manos muy largas, y un desmedido gusto por lo ajeno. Se dice del ratero aficionado, o descuidero, que roba si se presenta la ocasión. El crítico literario sevillano, Francisco Rodríguez Marín, en Azar y otros cuentos, echa mano del término, al parecer propio de aquella región
andaluza: "... mandó llamar a un escribano que tenía fama de uñilargo, en son de consulta".
Mi madre, Dolores Gomariz, canaria de origen gaditano, utilizaba así el término referido a cierto
fulano zascandil y ladrón, en los años cuarenta: "a fulanito nunca faltará qué comer, porque como es
uñilargo siempre arrebaña con algo..:".
Este insulto de Vago, seguro que como yo, lo hemos oído muchas veces, aunque no haya ido dirigido a ninguno de nosotros, en cambio, vagoneta, que nunca lo he oído decir a nadie, sí lo he visto escrito alguna vez, por ejemplo en la primera fase del foro pueblos de España, concretamente en el foro de Villaescusa de Haro. Era un mensaje anónimo, y iba dirigido a una persona anónima y por el contenido del mensaje deduje que no se trataba de una vagoneta en la que al leer la palabra, todos hubíesemos pensado, así que como soy muy curiosa, consulté a "mi tío G." y ví que se trataba de un insulto, así que... saisfice mi curiosidad.
VAGO, VAGONETA=Ocioso, haragán y gandul; sujeto que anda de un lado para otro sin ocupación, oficio o cometido alguno. Hartzenbusch emplea así el término, mediado el siglo XIX:
No falta quien abrace
la descansada profesión de vago,
profesión de funesto desenlace...
Es voz de etimología latina, de la voz vacuus = vacío, desocupado. En cuanto al término "vagoneta" nada tiene que ver etimológicamente con el anterior; su empleo como sinónimo de vago sólo se explica por proximidad fonética, en un uso gratuito y festivo del idioma. Teniendo el hablante la sensación de que "vago" da para poco, añade dos sílabas más, acercándose al término vagoneta, sinónimo de carretilla entre los peones de albañil que se dedican a acarrear ladrillos, cemento y material a pie de obra, y cuya reputación de haraganes y vagos es grande. Contra la plaga de los vagos que llenaban las ciudades antaño se enactaron leyes que los compelían a trabajar so pena de destierro, de ser azotados en público, o condenados al remo y a galeras.
VAGO, VAGONETA=Ocioso, haragán y gandul; sujeto que anda de un lado para otro sin ocupación, oficio o cometido alguno. Hartzenbusch emplea así el término, mediado el siglo XIX:
No falta quien abrace
la descansada profesión de vago,
profesión de funesto desenlace...
Es voz de etimología latina, de la voz vacuus = vacío, desocupado. En cuanto al término "vagoneta" nada tiene que ver etimológicamente con el anterior; su empleo como sinónimo de vago sólo se explica por proximidad fonética, en un uso gratuito y festivo del idioma. Teniendo el hablante la sensación de que "vago" da para poco, añade dos sílabas más, acercándose al término vagoneta, sinónimo de carretilla entre los peones de albañil que se dedican a acarrear ladrillos, cemento y material a pie de obra, y cuya reputación de haraganes y vagos es grande. Contra la plaga de los vagos que llenaban las ciudades antaño se enactaron leyes que los compelían a trabajar so pena de destierro, de ser azotados en público, o condenados al remo y a galeras.
ZAHARRÓN=Fachoso, persona ridículamente vestida; sujeto que va hecho un cerdo. Es término de procedencia incierta, aunque Covarrubias (1611) lo cree de origen árabe, de çahal = mendigo. También pudo haber derivado de "zaga", según explica el cordobés F. del Rosal, (1601):
... zagarrones, que otros dizen çaarrones o çaharrones y çarraones, son figuras
ridículas de enmascarados que acostumbran ir detrás de las fiestas, procesiones o máscaras para detener y espantar la canalla enfadosa de muchachos que en semejantes fiestas inquietan y enfadan, y assí, para más horror de éstos, los visten en hábitos y figura de diablo, por lo que en Zamora son llamados diablícalos; assí se dixeron, de çaga, que es detrás.
Moharracho, mamarracho, botarga o histrión que vestía de manera ridícula, con muchos colores chillones, y desempeñaba papeles cómicos en el teatro. Por extensión se dice de quien se comporta de manera bufonesca incluso en situaciones de la vida que requieren seriedad. (Véase también "mamarracho"
... zagarrones, que otros dizen çaarrones o çaharrones y çarraones, son figuras
ridículas de enmascarados que acostumbran ir detrás de las fiestas, procesiones o máscaras para detener y espantar la canalla enfadosa de muchachos que en semejantes fiestas inquietan y enfadan, y assí, para más horror de éstos, los visten en hábitos y figura de diablo, por lo que en Zamora son llamados diablícalos; assí se dixeron, de çaga, que es detrás.
Moharracho, mamarracho, botarga o histrión que vestía de manera ridícula, con muchos colores chillones, y desempeñaba papeles cómicos en el teatro. Por extensión se dice de quien se comporta de manera bufonesca incluso en situaciones de la vida que requieren seriedad. (Véase también "mamarracho"
Sabía que arpia era un insulto, pero no tan GORDO.
ARPÍA=Persona perversa y de genio endemoniado; fiera sucia y cruel. Es calificativo fuerte, dirigido exclusivamente a mujeres. Su uso en castellano data de principios del siglo XVI, desde entonces con significado casi idéntico al que hoy tiene. Diego de Funes, (siglo XVI) se refiere a
ellas como "robadoras", causadoras de males con sus manejos e intrigas. Pedro Calderón de la Barca (mediados siglo XVII) las convierte en lo peor de su especie, lo peor que se puede ser en cada caso:
Si habla de flores, soy áspid;
si de fieras, basilisco;
si de aves, soy arpía;
si de peces, cocodrilo.
A lo largo de los siglos XVIII y XIX equivalió a mujer de mala condición; en nuestro siglo es tanto como bruja e incluso demonio. No sorprende esta visión. Las arpías o harpías, eran monstruos fabulosos, hijos de Neptuno y la Tierra, sumamente voraces, con rostro de mujer, cuerpo de buitre, garras en pies y manos, y para completar la imagen: unas grandes orejas de oso. En tiempos de Miguel de Cervantes eran tenidas por bestias aladas, rapaces e insaciables, símbolo de usurpadores y usureros, de quienes por malas artes aspiran a hacerse con las haciendas ajenas, o de aquellas mujeres que a cambio de sus favores arruinan y desbaratan las casas de los ricos de poco seso. También se dijo, y se dice, de las rameras que despluman a quienes de ellas se encaprichan, sentido en el que emplea el término Cristóbal Suárez de Figueroa, en El pasagero (primer cuarto del siglo XVII): "... como corrupción de la República me apestaban el gusto estas inmundas harpías, estas infames tusonas...".
ARPÍA=Persona perversa y de genio endemoniado; fiera sucia y cruel. Es calificativo fuerte, dirigido exclusivamente a mujeres. Su uso en castellano data de principios del siglo XVI, desde entonces con significado casi idéntico al que hoy tiene. Diego de Funes, (siglo XVI) se refiere a
ellas como "robadoras", causadoras de males con sus manejos e intrigas. Pedro Calderón de la Barca (mediados siglo XVII) las convierte en lo peor de su especie, lo peor que se puede ser en cada caso:
Si habla de flores, soy áspid;
si de fieras, basilisco;
si de aves, soy arpía;
si de peces, cocodrilo.
A lo largo de los siglos XVIII y XIX equivalió a mujer de mala condición; en nuestro siglo es tanto como bruja e incluso demonio. No sorprende esta visión. Las arpías o harpías, eran monstruos fabulosos, hijos de Neptuno y la Tierra, sumamente voraces, con rostro de mujer, cuerpo de buitre, garras en pies y manos, y para completar la imagen: unas grandes orejas de oso. En tiempos de Miguel de Cervantes eran tenidas por bestias aladas, rapaces e insaciables, símbolo de usurpadores y usureros, de quienes por malas artes aspiran a hacerse con las haciendas ajenas, o de aquellas mujeres que a cambio de sus favores arruinan y desbaratan las casas de los ricos de poco seso. También se dijo, y se dice, de las rameras que despluman a quienes de ellas se encaprichan, sentido en el que emplea el término Cristóbal Suárez de Figueroa, en El pasagero (primer cuarto del siglo XVII): "... como corrupción de la República me apestaban el gusto estas inmundas harpías, estas infames tusonas...".
BADAJO, BADAJUELO=Sujeto tonto y necio; persona habladora, que dice cosas sin substancia. El término, de etimología latina aún sin concretar, empezó a utilizarse a principios del siglo XV; en el Cancionero de Baena lo emplea Alfonso Álvarez de Villasandino, entre cuyas poesías se incluye el sintagma "hablador necio" como definición de "badajuelo". De entonces es la costumbre de llamar "badajadas" a las necedades.
Bartolomé de Torres Naharro, en su Comedia Himenea, (1516) hace decir a Turpedio, criado del Marqués:
... porque ha diez horas, señor
que andamos por la ciudad
sonando como badajos,
y cogemos poco honor,
a decirte la verdad,
de aquestos vanos trabajos.
Interesante texto el de Juan Rufo, en Las seiscientas apotegmas, a finales del XVI: Los otros (necios) son badajos: gobiernan, reprenden y pronostican; necios de metal resonante, que escriben y dan consejos, todos sin más razón que la confianza que les nace del no saber hoy más que ayer, infiriendo neciamente de aquí que han llegado al cabo de lo que hay que saber.
Era término muy del gusto popular en tiempos cervantinos, y la forma más común de llamar a alguien "tonto". Covarrubias en su Tesoro de la Lengua (1611) escribe:
... al necio que sabe poco llaman badajo, porque es gordo de entendimiento, como el estremo del badajo de la campana, contrario del agudo; y por esta mesma razón le llaman porro y majadero.
Bartolomé de Torres Naharro, en su Comedia Himenea, (1516) hace decir a Turpedio, criado del Marqués:
... porque ha diez horas, señor
que andamos por la ciudad
sonando como badajos,
y cogemos poco honor,
a decirte la verdad,
de aquestos vanos trabajos.
Interesante texto el de Juan Rufo, en Las seiscientas apotegmas, a finales del XVI: Los otros (necios) son badajos: gobiernan, reprenden y pronostican; necios de metal resonante, que escriben y dan consejos, todos sin más razón que la confianza que les nace del no saber hoy más que ayer, infiriendo neciamente de aquí que han llegado al cabo de lo que hay que saber.
Era término muy del gusto popular en tiempos cervantinos, y la forma más común de llamar a alguien "tonto". Covarrubias en su Tesoro de la Lengua (1611) escribe:
... al necio que sabe poco llaman badajo, porque es gordo de entendimiento, como el estremo del badajo de la campana, contrario del agudo; y por esta mesma razón le llaman porro y majadero.
Siempre pensé, por ser hija de pastor, y haber visto muchas "cencerras", que la palabra BADAJO era una pieza que pende en el interior de las cencerras, cencerros, campanas y campanillas, y con el cual se golpean estas para hacerlas sonar, como así es. Lo que no podía imaginar es que fuese un insulto.
Estar como un cencerro, si que lo había oído pero un badajo..., no; aunque "Cuando el cencerro suena, badajo lleva"
Estar como un cencerro, si que lo había oído pero un badajo..., no; aunque "Cuando el cencerro suena, badajo lleva"