El paso de las lecheras.
Emigrao, te veo pero que muy bien y cada vez vas dudadon menos pues lo tuyo es ciencia infusa, que es aquella que entra por las narices, vamos que para que tu veas que son sopas de leche, te lo tienes que currar y mascar y después de un rato cuando ya lo hayas regurgitao, y pase algún tiempo puedas decir esto son sopas de leche..
Castefa, veo que todavía dudas, claro que la duda es el principio de la sabiduría, pero yo que no he sido panadero, puedo decirte que me he comido alguna que otra rosca, el tiempo, no lo mido por decadas, ni por lustros, como tampoco por siglos, , lo mío se mide por años luz,
Que te puedo decir del seiscientos todavía no me sería difícil recordar las piezas de este utilitario y para que tengas una pequeña noción el techo tenía 120 piezas a la hora, y el parachoques con sus diez decimas de grosor, ese si que paraba los golpes..
Pero tú te imaginas una tarde con aldonza en un coche seiscientos con los pies en el salpicadero y los pelos tocando el imperial, y con la suspensión a tope esto producía un éxtasis que no se puede comparar con un bolero bailado en la fonda españa.
Todo ese barrio de la fonda españa fue el que yo paseaba con mi aro.
Y muchas veces fui a jugar con “venancio” que es así como se llamaba el chico de los señores de la fonda españa.
Un saludo cordial desde la republica utopica
Zafra.
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Emigrao, te veo pero que muy bien y cada vez vas dudadon menos pues lo tuyo es ciencia infusa, que es aquella que entra por las narices, vamos que para que tu veas que son sopas de leche, te lo tienes que currar y mascar y después de un rato cuando ya lo hayas regurgitao, y pase algún tiempo puedas decir esto son sopas de leche..
Castefa, veo que todavía dudas, claro que la duda es el principio de la sabiduría, pero yo que no he sido panadero, puedo decirte que me he comido alguna que otra rosca, el tiempo, no lo mido por decadas, ni por lustros, como tampoco por siglos, , lo mío se mide por años luz,
Que te puedo decir del seiscientos todavía no me sería difícil recordar las piezas de este utilitario y para que tengas una pequeña noción el techo tenía 120 piezas a la hora, y el parachoques con sus diez decimas de grosor, ese si que paraba los golpes..
Pero tú te imaginas una tarde con aldonza en un coche seiscientos con los pies en el salpicadero y los pelos tocando el imperial, y con la suspensión a tope esto producía un éxtasis que no se puede comparar con un bolero bailado en la fonda españa.
Todo ese barrio de la fonda españa fue el que yo paseaba con mi aro.
Y muchas veces fui a jugar con “venancio” que es así como se llamaba el chico de los señores de la fonda españa.
Un saludo cordial desde la republica utopica
Zafra.
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