CRIBÓN:

Utensilio propio de las tareas agrícolas, empleado, sobre todo, en época de verano en las faenas de la era. Su principal cometido era el de separar el grano de las granzas, una vez que se había aventado la parva. Labor esta que consistía en separar la paja del grano.

Se trata de una estructura rectangular, con dos tablas de aproximadamente 1'5 m. de longitud, colocadas en paralelo, unidas en sus extremos, por otras dos tablas de tamaño inferior, un metro aproximadamente, formando el rectángulo, todo el conjunto unido con un fondo de chapa metálica ordenadamente agujereada, para dejar pasar el grano.

Este artefacto era manejado por dos personas que se agarraban cada una a uno de sus extremos en donde tenía dos asas.

Efectuando un movimiento de vaivén, se conseguía el efecto deseado de separar el grano de las granzas. Una tercera persona, era la encargada de ir suministrando la provisión de grano, normalmente con una pala de madera, o bien con otros utensilios propios de las labores de la era, como eran el celemín, o la media fanega, conocida en otros lugares como "barchilla".

Mediado el siglo pasado, con la industrialización del campo, llegaba la maquinaria agrícola, con lo cual utensilios como éste, ya no tenían razón de ser.

La aventadora representó toda una innovación que, junto a máquinas como la sembradora, la segadora y la trilladora, fueron produciendo una modernización de la agricultura en España.
(17 de Febrero de 2013)
Lo puse en el foro. (pero creo que solo se dio cuenta Milagros)
Tienes razón, la segunda parte no es tan buena, pero Ken Follet, sigue siendo muy interesante en otros libros.
Saludosssssssssssssssssssss y hoy no nos ha pillado el toro, jjejejejej
Los Pilares de la Tierra es una de las obras que me propongo, desde ahora mismo, volver a leer de nuevo este verano. Como ya le dije a Qnk nunca es tarde para volver a releer algo. Besetes
Jopeta Eufra7..., ¡Vaya susto me has dado en la primera ojeada al mensaje! Pensé que habías leído la obra de verdad, pero cuando he recordado que la susodicha obra escrita por Ken Follett consta de 1402 páginas, y aunque yo la leyese en muy poco tiempo, era imposible, por muy "mago" que fueses de leerla en dos horas.
Satisfecho debes estar de haberme hecho picar el anzuelo a la primera de cambio... ¡Soy tan cándida, chaval...!
jAJAJAJAJAJJAJAJAAAAAAAA