En la plaza, años después, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

(9 de Mayo de 2016)
Pero, por cierto, dejar de estar “enamorado” no necesariamente significa dejar de amar. El amor en este segundo sentido —el amor en tanto distinto al “estar enamorado”— no es meramente un sentimiento. Es una unidad profunda, mantenida por la voluntad y deliberadamente fortalecida por el hábito; reforzada (en los matrimonios cristianos) por la gracia que cada uno de los integrantes de la pareja pide, y recibe, de Dios. Pueden tener este amor por el otro incluso en los momentos en que no se gustan...
Estar enamorado es algo bueno, pero no es lo mejor. Hay muchas cosas que están por debajo, pero también hay otras que están por encima. No puede hacerse de ello la base de la vida en su totalidad. Es un sentimiento noble, pero no deja de ser un sentimiento. Y no se puede confiar en que sentimiento alguno perdure en toda su intensidad, o incluso que perdure. El conocimiento puede durar, los principios pueden durar, los hábitos pueden durar, pero los sentimientos vienen y van. Y, de hecho, más allá...
Nadie en sus cinco sentidos negaría que estar enamorado es mucho mejor que la sensualidad común o el frío egocentrismo. Pero, como dije antes, “lo más peligroso que se puede hacer es tomar cualquiera de los impulsos de la propia naturaleza e instituirlo como aquello que debemos seguir a toda costa”.
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¿Es lo mismo Amar que estar enamorado?
El amor es una unidad profunda, mantenida por la voluntad

Fuente: La opción V

Lo que llamamos “estar enamorados” es un estado glorioso y, de diferentes maneras, bueno para nosotros. Contribuye a hacemos generosos y valientes, nos abre los ojos no sólo a la belleza de la amada sino a toda belleza, y subordina (especialmente al comienzo) nuestra sexualidad meramente animal; en ese sentido, el amor es el gran vencedor de la lujuria.
Así subieron al monte Senario, y en su cima erigieron una casa pequeña y adecuada, a la que se fueron a vivir en comunidad. Allí empezaron a pensar no sólo en su propia santificación, sino también en la posibilidad de agregarse nuevos miembros, con el fin de acrecentar la nueva Orden que nuestra Señora había comenzado valiéndose de ellos. Por lo tanto, comenzaron a recibir nuevos hermanos y, así, fundaron esta Orden. Su principal artífice fue nuestra Señora, que quiso que estuviera cimentada en la...