Con vistas a la Plaza Mayor, ALCONCHEL DE LA ESTRELLA

Plaza mayor

La plaza mayor es la plaza principal de algunas localidades en el urbanismo castellano e hispanoamericano. Particularmente en algunos países de América, reciben el nombre de plaza de armas. Las plazas de armas se encuentran dentro de los castillos o fuertes de los nobles que poseían un escudo nobiliario, que eran sus armas. El término "plaza mayor" se prevé explícitamente en una ordenanza de los Reyes Católicos de 1480 como el que debe llevar el lugar de una población con suficiente espacio abierto para celebrar el mercado y en el que debe instalarse la casa consistorial del ayuntamiento.​ Aplicado el urbanismo castellano durante la conquista de América para la fundación de ciudades de nueva planta, se utilizó, además del de "plaza mayor" el de "plaza de armas", debido a la prevención de utilizarlas como principal punto de reunión en caso de un ataque, por lo que, además de los principales edificios públicos (casa consistorial e iglesia mayor) alojaban arsenales o guarniciones de armas (véase Ordenanzas de Felipe II de 1576).
(16 de Octubre de 2013)
- Jaimito, ¿tu rezas antes de comer?
- No, profe, no me hace falta, mi madre es una buena cocinera
Referencias Bíblicas:

[1] Santiago y Juan, hijos de Zebedeo cf. Lc. 5, 10; Mc. 10, 35
[2] Salomé, madre de Santiago y Juan, hijos de Zebedeo cf. Mc. 15, 40; Mt. 27, 56
[3] "En el principio estaba el Verbo..." (Jn. 1, 1)
[4] Juan sentado junto al Señor en la Última Cena cf. Jn. 13, 23
[5] Juan testigo de la transfiguración cf. Mc. 9, 2
[6] Juan junto al Señor en el monte de los Olivos cf. Mc. 14, 32-34
[7] Juan, el discípulo amado por Jesús cf. Jn. 21, 20-25
[8] Juan, junto a Pedro...
En el Apocalipsis Juan dice que fue perseguido y relegado a la isla de Patmos por la “palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo.” Según una tradición, Juan vivió en Éfeso en compañía de la Virgen, y bajo Domiciano fue echado en una caldera de aceite hirviendo, de la que salió ileso, pero con la gloria de haber dado también él su “testimonio”. Después del destierro en Patmos, regresó definitivamente a Éfeso en donde exhortaba infatigablemente a los fieles al amor fraterno, como resulta de las...
En el Evangelio él se presenta a sí mismo como “el discípulo a quien Jesús amaba”. Aunque no podemos indagar sobre el secreto de esta inefable amistad, podemos adivinar una cierta analogía entre el alma del “hijo del trueno” y la del “Hijo del hombre”, que vino a la tierra a traer no sólo la paz sino también el fuego. Después de la resurrección, Juan permanecerá largo tiempo junto a Pedro. Pablo, en la carta a los Gálatas, habla de Pedro, Santiago y Juan “como las columnas” de la Iglesia.
Es de los íntimos de Jesús y le está cerca en las horas más solemnes de su vida. Está junto a él en la última Cena, durante el proceso y, único entre los apóstoles, asiste a su muerte al lado de la Virgen. Pero contrariamente a cuanto pueden hacer pensar las representaciones del arte, Juan no era un hombre fantasioso y delicado, y bastaría el apodo que puso el Maestro a él y a su hermano Santiago -”hijos del trueno”- para demostrarnos un temperamento vivaz e impulsivo, ajeno a compromisos y dudas,...