Hola Vicente, buenas tardes.
Al pricipio pensé que venías acompañado del Topo-Analfabeto, pero veo que no, que vienes sólo.
De todas formas si no entendí mal(espera que mire el comentario para asegurarme, ja, ja, ja)..bueno, pues como íbamos a decir hace un momento, tú ya te auto-denominaste Topo-ñapas-2.
No contesté, o te aclaré en su día que, yo no soy maestra, aunque no me importaría, pues es un trabajo muy importante para la formación de las personas, y no me refiero solamente al maestro que estudió Magisterio, sinó a todos los maestros, como maestro-albañil, maestro-pintor, maestro-electrónico, etc.
Pero volviendo a lo anterior... Para ser maestro, se ha de estudiar Magisterio, y yo nunca lo estudié, así que..¡simplemente, Milagros, si no te importa!
Aquí en Barcelona también hace más humedad que en Alconchel ó Belmonte, pero nunca ésa como la que dices.
Una humedad así, como la que a tí no te dejaba respirar, es la que noté yo un día que visitábamos unas tumbas en El Valle de los Reyes en Egipto.
Chico, ya habíamos visitado unas cuantas, pero no pude terminar todas las que teníamos que visitar, pues en la penúltima y después de haber bajado tres escalones, salía de allí un -caloruzo- cargado de humdedad que, tuve que retroceder, pués me dí cuenta de que, si continuaba, me caía redonda al suelo. ¡enclenca que es una, chaval!
Me alegro de que ya te hayas habituado a esas tierras. Deseo que ya no llores, pero entiendo que de vez en cuando sientas añoranza. Bueno, lo de llorar lo dejamos, siempre y cuando sea de alegría..
Yo también creo que, lo mejor es copiar lo que se escribe, -a mí me lo enseño Gabriel-, y lo hizo en un periquete, pues tambien es buen maestro, y no sólo como fotógrafo, sinó también en esto del cacharrillo, lo que pasa es que yo soy muy mala alumna y a veces se me olvida, y si llevo prisa, se me olvida más todavía ja, ja, ja.
Bueno pues no te quejarás de la -parrafada- que te he soltado; lo que no sé si te gusta leer así como estoy escribiendo ahora o te gusta más como cuando me salen palabras como cuando digo que, -soy mú ausionera-, que si me -empentan- me puedo dar -una costalá-, y que, cuando las habichuelas están -cocías-, pá que no se enfríen las pongo -al orete de la lumbre- pero éso sí, siempre con -la corbetera- puesta. Ja, ja, ja.
Después de dicho lo dicho, sólo me falta -poneme- el pañuelete en la cabeza, la faldiquera pá los cuartos, la pelerina, y el senogil pá que no -me se- caigan las medias de la risa.
Bueno Vicente ya te dejo que cada vez me enrollo más escribiendo. Un beso desde Barcelona para todo aquel que nos quiera leer o visite estas fotos tan chulas de Alconchel. Milagros.
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