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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA (Cuenca)

Vista

Evolución demográfica

La población de las ciudades españolas a finales del siglo XIX

La población española tuvo, entre 1877 y 1895, una etapa de desaceleración en su ritmo de crecimiento. Las guerras, las crisis de subsistencia, la emigración y la epidemia de cólera en 1885 fueron importantes frenos al crecimiento.

La tasa de natalidad era del 35 por 1000 en 1900. La de mortalidad también se mantuvo muy alta (28 por 1000 en 1902), lo que atestigua la persistencia de un modelo de sociedad ... (ver texto completo)
Ocupación de la población
Hasta el año 1920, las actividades agrarias ocuparon a más de cuatro millones de españoles. De ahí el carácter netamente campesino de la sociedad y la importancia del problema agrario. Mientras un corto número de grandes propietarios absorbía el 25 % de la riqueza, la escasez de medianos propietarios (algo más del 3 %) no posibilitaba el equilibrio social. Una enorme masa de pequeños propietarios (cerca del 96 %) tenía niveles sociales y de renta muy bajos. La situación ... (ver texto completo)
Durante el último tercio del siglo XIX siguieron operando los obstáculos que habían frenado el desarrollo de una economía moderna durante la época isabelina: limitada capitalización, suplida por inversiones extranjeras; falta de tecnología propia; escasez de fuentes de energía y crecimiento retardado del comercio interior.

Agricultura

La agricultura continuó siendo la base de la economía, ya que en 1900 el valor de la producción agraria representaba un tercio de la renta nacional. El minifundio ... (ver texto completo)
Consecuencias del desastre
Las consecuencias del desastre a medio plazo fueron relevantes:

La vieja presencia en ultramar se trató de sustituir con una mayor atención al norte de África. El control de la franja septentrional del reino de Marruecos se convirtió en una de las obsesiones del período siguiente. El africanismo sustituyó al colonialismo ultramarino y al «recogimiento» diplomático.
Finalmente, la pérdida de las colonias favoreció el viraje hacia el proteccionismo económico, que había ... (ver texto completo)
Últimos soldados españoles en Cuba, 1898

El siglo se cerró con el «desastre de 1898», que supuso para España la pérdida de sus últimas posesiones ultramarinas.

Guerra de Cuba

Con el Grito de Baire, durante las celebraciones de carnaval, en 1895, se reanudó la insurrección cubana. Tras la muerte de su organizador, José Martí durante las primeras escaramuzas, el movimiento independentista siguió bajo la dirección de Máximo Gómez y Antonio Maceo. A pesar de los intentos militares de los generales ... (ver texto completo)
Las reformas liberales
La temprana muerte de Alfonso XII, ocurrida en noviembre de 1885, abrió la regencia de su esposa María Cristina. Fue este el momento de verdadera consolidación del sistema canovista. El Pacto del Pardo, establecido entre Cánovas y Sagasta a la muerte del rey, determinaba una alternancia pacífica en el poder entre liberales y progresistas.

De esta forma, los conservadores cedieron el poder a los liberales, que llevaron a cabo, entre 1885 y 1890, una gran tarea de modernización del Estado, a través de importantes reformas:

El Código de Comercio (1885) y el Código Civil (1889), que regularon las relaciones privadas.
La Ley de Jurados (1887) y la Ley de Asociaciones (1887), que legalizó la formación de partidos políticos y de sindicatos obreros.
La Ley de Sufragio (1890), que implantó el sufragio universal masculino.

No obstante, la práctica del caciquismo siguió vigente en la vida política española. ... (ver texto completo)
Mitin obrero en el Teatro del Buen Retiro, Madrid, 1892

El movimiento obrero había dado sus primeros pasos en 1868 y había crecido amparado en la libertad de asociación establecida en la Constitución de 1869.

El italiano Fanelli, discípulo de Bakunin, organizó los primeros centros obreristas en Madrid y Barcelona, creándose la sección española de la Primera Internacional, que fue disuelta en 1874 por el general Serrano. En 1881, los anarquistas continuaron su camino al ser aceptada su legalidad ... (ver texto completo)
Nacionalismos y regionalismos
A finales del siglo XIX se produjo la eclosión de los nacionalismos periféricos en Cataluña, País Vasco, Galicia y la Comunidad Valenciana. Los regionalismos finiseculares fueron movimientos heterogéneos, cuyo nexo de unión era su crítica respecto del sistema de la Restauración, sobre todo en su concepción centralista del Estado.

Catalanismo

El catalanismo, a partir de la renovación cultural de la Renaixenga, promovió en 1885 la presentación a Alfonso XII del ... (ver texto completo)
El soporte social del régimen de la Restauración y de los partidos dinásticos fue la vieja oligarquía aristocrática y latifundista, más atenta a conservar sus propios intereses que a intentar nuevos ensayos de renovación política.

Esta oligarquía dirigió el sistema parlamentario, en una España eminentemente rural y analfabeta, arreglando las elecciones según las necesidades de cada momento. El sufragio era controlado en el ámbito de las provincias, por el gobernador civil y en el ámbito local ... (ver texto completo)
El ejercicio del poder quedó confiado a los partidos políticos. De este modo Cánovas, desde la derecha del régimen, y Sagasta, desde la izquierda, intentaron la consolidación del sistema por medio del turno pacífico de ambos partidos.

Partido Liberal-Conservador

Antonio Cánovas del Castillo fue el líder del Partido Conservador hasta su asesinato en 1897. Otras figuras relevantes fueron Francisco Silvela y Francisco Romero Robledo, quienes se disputaron la jefatura del partido una vez desaparecido ... (ver texto completo)
Puesta en marcha del régimen
Un Ministerio-Regencia presidido por Cánovas, en el que participaron figuras de procedencia política muy variada, abordó al principio varios aspectos de gobierno:

Preparó la llegada del rey Alfonso XII (1875-1885) a España y revisó la política del Sexenio Democrático. Restableció el matrimonio canónico, limitó la libertad de imprenta y prohibió que los profesores universitarios explicaran en sus cátedras doctrinas contrarias al dogma católico y al régimen monárquico. ... (ver texto completo)
La Constitución de 1876
Tras la Restauración, se convocaron elecciones para las nuevas Cortes Constituyentes que aprobaron la Constitución en mayo de 1876. Esta posibilitaba el gobierno de las distintas tendencias incorporadas al régimen y hacía recaer la soberanía en el Rey y las Cortes, que se estructuraban en dos Cámaras: el Senado y el Congreso de los Diputados. En la cuestión del sufragio, la Constitución remitía a futuras leyes electorales. Recogía la confesionalidad del Estado, que sería ... (ver texto completo)
Sistema canovista
El sistema canovista se apoyaba en tres bases principales:

La teoría de la Constitución interna o histórica, que hacía recaer la soberanía en el Rey y las Cortes, dos instituciones avaladas por la historia.
El sistema de poder, que se articulaba en dos pares de fuerzas: las que encarnaban la soberanía, es decir, el Rey, que detenta la autoridad, y las Cortes, depositarias de la libertad; y las que realizarían la política, es decir, dos partidos que se turnarían pacíficamente ... (ver texto completo)
Bases del sistema político de la Restauración

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El Manifiesto de Sandhurst
El Manifiesto de Sandhurst sentó las bases del sistema político de la Restauración. El principio monárquico se definía en virtud de la legitimidad histórica...
Durante el Sexenio revolucionario, los partidarios de la dinastía borbónica prepararon la Restauración, que se vio facilitada por la abdicación de Isabel II en su hijo Alfonso (1870). Cánovas del Castillo, jefe del partido alfonsino, se esforzó en crear ... (ver texto completo)
Insurrección cantonal de Cartagena, 1874

La insurrección cantonal, iniciada en julio de 1873 en Cartagena por los republicanos federalistas intransigentes, se extendió por Levante y por Andalucía, donde aparecieron multitud de gobiernos autónomos que pretendían establecer el Estado federal. Al movimiento se unió la insurrección social de signo anarquista, que tuvo como foco más virulento la ciudad de Alcoy. Gran parte de España se fraccionó en pequeños estados, que a escala provincial, comarcal ... (ver texto completo)