Amigo Isidoro: ¿Qué tal vas con la
moto nueva. Ten cuidado no pases cerca de las olas, que el pleamar está con cara de pocos
amigos. Ya empiezan ha visitarme mis amigos de todos los años. Hace tres días cuando estaba podando el
árbol-ciruelo, estaban observando la hiedra para hacer su
nido. El canto del mirlo, no es que sea muy bonito que digamos, pero me recuerda muchas cosas de
la Garganta. Esta mañana, en lugar de ir ha caminar por el itinerario de siempre. He ido hasta el Cerro de los Angeles.
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