Para ese muchacho que se vanagloria de su torpeza, ese que en su día supo despertar en mi un mundo mágico, en el que dia tras día veía su cara sin verlo, sentia su olor sin tenerlo cerca, y le daba miles de besos en mi imaginación. Nunca pude sentir realmente como sería, pero hizo tan bonitos esos años de adolescencia, que hoy aún conservo ese idilico amor. Pasaba cientos de horas mirando su
ventana escondida tras la persiana, por si salía mientras le hablaba en silencio.
Paraules de'amor sencilles
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