Iglesia Ntra. Sra. de la Concepción, LOS REALEJOS

los sacerdotes que acompañaban a los ejércitos, no sólo satisfacían las necesidades espirituales de los expedicionarios, sino también las de los nuevos pueblos que fundaban, porque como es sabido a éstos dábanle principio por la construcción de un templo, antes que por las chozas que habían de albergar a los primeros pobladores y vecinos, costumbre gráfica de la idea española nacional, que hizo decir a un historiador que lo primero que los ingleses establecían en sus colonias era una cantina, los franceses una casa de baile y los españoles una Iglesia. Por estas costumbres que informaron la España de aquella época, en sus gloriosas empresas civilizadoras Alonso Fernández de Lugo trajo consigo a la conquista de Tenerife el clero secular y regular que consta de las historias y que como se ve era más numeroso del que necesitaba para la asistencia espiritual de su corto ejército, pero que luego le sirvió para la dirección de los nuevos establecimientos religiosos que erigía en los pueblos que iba fundando en la isla, tan pronto la con quistó y pacificó por completo; fundaciones que llevó a término en nombre de la Reina de Castilla, como su representante en Tenerife; y en virtud del Patronato que la santidad de Inocencio III había concedido a los Reyes Católicos, de todas las Iglesias, Beneficios y Conventos que fundaran en Canarias, 'según su Bula dada en Roma en 1486.
(14 de Julio de 2019)