Siglo XX. Se llevan a cabo una serie de reformas en el templo, entre las que destacan las obras para reforzar el cimborrio en 1913, provocando la desaparición de los frescos de las
bóvedas (quedando solo los de las cuatro pechinas) y la colocación de las
vidrieras de
colores traídas de
Zaragoza, la dotación al templo de iluminación eléctrica y la instalación del
órgano alemán donado por doña María del Pilar
Casañas, en 1914. El templo es declarado por el gobierno español
Monumento Histórico-
Artístico de categoría nacional el 18 de junio de 1948. Asimismo, es cerrado el 12 de abril de 1998 para proceder a su restauración, trasladándose la
parroquia matriz a la
iglesia de
San Agustín. El 8 de junio de 1999 es reabierto con gran solemnidad por el Obispo de
Tenerife don Felipe Fernández García. Siglo XXI. El templo comenzó el siglo XXI con la celebración del V Centenario de la declaración de su Curato (1503-2003), motivo por el que se realizó la
exposición