Yo tambien aprendí a nadar en el redondo y a
pescar con Pepe Llunguera mientras me hablaba de paisano a paisano (tenía yo 8 años), tuve dos abuelas maravillosas que me enseñaron a mirar de frente, los
paseos más solitarios se los debo a esta hermosa
playa, también los primeros amores, la mejor "sopa de-que-aproveche" del mundo, (va por ti que ya no estás)...además, mis padres nacieron aquí tan cerca uno del otro que no pudieron separarse jamás. Besos de uno de
verdicio que siempre vuelve...
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