¿Si existe un lugar en
España en el que la tierra desafía insolente a las
aguas?. ¿Un lugar en el que las
playas reposan acariciadas por un
mar bravío e impetuoso?. ¿Si en alguna parte de la península ibérica se confunden tierra, mar y
cielo en perfecta armonía y regalando a los sentidos toda su esencia?. Este lugar es, sin duda alguna, el entorno natural que rodea al
Faro de Cabo Peñas.