Nunca pude soportar que pegaran a una mujer y fue por este recuerdo de mi hermana maltratada y herida debajo del escaño de la cocina. Mi madre jamas la defendia porque decia que los hombres tenian derechos incuestionables y que que mas quisiera ella que tener a su Jacinto vivo a su lado aunque fuera para que la abofeteara de vez en cuando, ademas, tu Julian es un santo que te lleva al cinematografo y te da caprichos, eso decia mi madre. Mi abuelo no decia nada, porque otra vez habia optado por el silencio para protestar contra el mundo y mi abuela iba y venia en un trajin enfermizo recitando refranes y jaculatorias.