La
historia de
Santa Eulalia presenta, en sus comienzos, las mismas características que las de los otros dos concejos del territorio de los
Oscos,
San Martín y
Villanueva, hasta 1154, y en común con el de San Martín, hasta 1584, en el que ambos concejos logran la independencia de la
Iglesia ovetense.
Los primeros
restos primitivos encontrados pertenecen a la etapa neolítica, destacándose los hallazgos encontrados en varias zonas como Brañavella, El Chao La Granda en Murias y que se corresponden con
campos tumulares o mamoas. También aparecen en el concejo diversos asentamientos de
naturaleza castreña en Lineras, en el
cortín de Mouros en Brañavella y en Ferreira. Estos castros nos muestran un marcado carácter defensivo.
La presencia de diversos materiales como
el hierro y el oro atrajeron a estos lares a los
romanos, tan dados en estas aventuras, y que nos han dejado en el suelo del concejo útiles de los antiguos trabajos romanos de extracción y fundición:
Herramientas mineras y monedas en las proximidades del
río Agüeira. La zona de Santa Eulalia quedó encuadrada durante esta etapa histórica en lo que ellos denominaban "conventus lucensis".
En la época
medieval el concejo de Santa Eulalia conjuntamente con San Martín perteneció, al concejo episcopal de Castropol, por causa de una cesión realizada por el monarca Alfonso VII en 1154 a la iglesia de Oviedo. Los alcaldes episcopales de ambos concejos se presentaban a las juntas castropolenses en el
campo de Tablado.
En 1583, el entonces apoderado del monarca Felipe II Don Juan de Grijalva, se traslada hasta Castropol y comenta a los alcaldes obispales la situación que va a suceder y que consistiría en la venta de los territorios dependientes de la obispalía para obtener ingresos que palien los gastos originados por las sucesivas contiendas en las que participaba el reino de
España. Es en 1584 cuando se negocia la
compra de los terrenos por parte de la
gente del
pueblo, ejerciendo de representantes de Santa Eulalia, Bartolomé de Bayona Serna y Pedro López. Por fin el concejo pasa a ser independiente administrativamente consiguiendo jurisdicción propia y libre organización concejil. Felipe V intenta sin éxito exigir el pago a los habitantes de Santa Eulalia, revisando la orden de venta, negándose a esto los vecinos, ya que se amparaban en el acuerdo realizado con el monarca Felipe II.
Ya en el siglo XIX, la guerra de la Independencia tuvo su repercusión en la zona, al proporcionar el concejo varios de sus jóvenes a las tropas de Castropol para luchar contra los invasores franceses. Del siglo XX hay que mencionar que Santa Eulalia cosecha su cota histórica de población en la década de los 50 con 1903 habitantes, cifra que iría cayendo últimamente, por causa sobre todo de la migración.