Los restos de la que fuera la
casa de Roberto Frassinelli, conocido como “el alemán de
Corao”, llego a Corao en 1845, donde se instalo para siempre embrujado por los Picos de Europa. Fue un hombre polifacético, con gran capacidad para el dibujo y dotes de arquitecto, realizo el proyecto original de la Basílica de Covadonga, también descubrió e investigo la
cueva del Cuelebre, localizada muy cerca del mismo
pueblo. Otra de sus grandes pasiones fue el recorrer los Picos de Europa, pero mas concretamente el Macizo Occidental o del Cornión, donde recorrió
ríos, bosques y desfiladeros.
De
camino a la
Iglesia Románica de
Abamia pasaremos por un bonito castañar, conocido como “el castañeu”, donde anualmente se celebran distintas
ferias ganaderas.
Llegaremos a Abamia dando un agradable
paseo en 25 minutos, este es un lugar de connotaciones mágicas, fue un lugar de culto desde muy antiguo como lo prueban los tejos milenarios, así como los restos de un dolmen. Abamia fue edificada por el Rey Pelayo en el S/VIII, donde seria enterrado junto a su esposa Gaudiosa.