Avilés es una
ciudad de origen
Romano, que durante la Edad Media vivió sus momentos históricos más destacables. En 1085 Alfonso VI concedió un Fuero a favor de los Avilesinos, quienes vieron
conseguida su aspiración de constituirse en territorio libre de la influencia de
Oviedo. Más tarde, en 1155, el citado Fuero fue confirmado por Alfonso VII. Durante mucho tiempo, los privilegios otorgados por los monarcas fueron defendidos con éxito, aun así seria Alfonso X el Sabio quien les eximiría definitivamente, mediante sentencia, del pago de portazgos a Oviedo.
Fernando VI, en el 1309, concedió nuevos privilegios a la
villa, ahora de carácter territorial, que permitieron ampliar su termino a las tierras de
Gozón,
Carreño,
Illas y
Castrillón.
A finales del siglo XIX comenzó a surgir en Avilés un importante movimiento
industrial, que además influyó en la
canalización y saneamiento de la ría, conformándose el
puerto y su navegación hasta
San Juan de Nieva. En esta época aparece el
tranvía,
tren, alumbrado etc.
Paralelamente, se fue perfilando el
aspecto cultural de una ciudad que cambio su fisonomía de marinera y campesina por la de una moderna metrópoli. Extraído de www.
villadeaviles.com