Ahora con la inesperada irrupción del movimiento ciudadano “15 de Mayo” totalmente desconocido y se ignora si espontáneo por la situación critica social o esta manipulado por alguna fuerza o partido politico en la sombra para medrar en el futuro. Yo absolutamente independiente de este movimiento ciudadano y sus moviles llevo denunciando en mis libros:”La España agonica: Supervivencia o Balcanizacion” y Al-Andalus: ¿Realidad politica futura? esta realidad desesperada de la sociedad española y su futuro incierto. He aquí mis relatos.
“Ni Adolfo Suárez, ni su sucesor, el socialista Felipe González, han acertado en encauzar esta amenaza constante contra la integridad del Estado como consecuencia de las ambiciones políticas del nacionalismo catalán y vasco que es insaciable porque ambos pretenden que sus Estatutos de Autonomía no tengan techo hasta alcanzar la independencia.
El desprecio a la nación española en Vasconia y en Cataluña es permanente e intolerable persiguiendo a la lengua oficial del Estado, el castellano, a la cultura y la reclamación ilimitada de competencias.
Y para mayor desgracia, la división de poderes instituida en la Constitución fue cercenada por el gobierno de Felipe González quien tras la corrupción política desmesurada durante su mandato, realizó unas modificaciones en el poder judicial y en el Tribunal Supremo que alteraría su independencia del poder ejecutivo, el cual a partir de entonces tendría un protagonismo en la elección de los cargos de estas Instituciones, dejando al poder judicial como un cadáver sin eficacia constitucional.
Las Instituciones del Estado y no sólo las Comunidades Autónomas están en crisis y ninguna funciona para satisfacer a la ciudadanía. Cuando se implantó la democracia se quiso repetir con el bipartidismo de alternancia que hubo en la Restauración del 1874 e incluir a los partidos nacionalistas para ocasionalmente intervenir en la gobernabilidad del Estado a través de sus alianzas.
El esquema planteado dentro de los partidos que han optado por “el caudillismo” apoyados por camarillas ávidas de poder, que han fomentado el oportunismo de algunos que realizan unas carreras políticas basadas en la adulación y la obediencia ciega al mando, eliminando el debate y la movilización cívica, creándose una burocracia para ocupar puestos en las Instituciones públicas con la finalidad de asentarse en las poltronas para disfrutar de privilegios sin importarle para nada el interés general.
La corrupción está latente en los partidos nacionales pero no es gratuita y si gravemente perjudicial puesto que destruye la imagen de las Instituciones, desmoraliza a los ciudadanos, anula los valores morales en la sociedad dificultando la cohesión social y la convivencia.
Sobre la credibilidad del Congreso de Diputados, se ve muchas veces imágenes televisadas de los escaños vacíos, la esterilidad de sus discusiones, la inexistencia de comisiones de investigación, la casi dedicación de los diputados a sus asuntos particulares etc.
Un ejemplo práctico es el Senado. ¿Cual es su función? ¿Para qué sirve? ¿Qué representa? Pues se puede comprobar que esta constituido por una caterva de políticos defenestrados y es el lugar último a que son destinados para no perder su poltrona, independientemente del color político de sus partidos. Allí podrá encontrar al Sr. Barranco (PSOE); al Sr Anasagasti (PNV) o al Sr Fraga (PP).
En otros ámbitos podemos igualmente opinar ¿El Tribunal de Cuentas? ¿Alguien sabe qué se hace con los informes? Sobre el Tribunal Constitucional, otras tantas de lo mismo y si comentamos algo sobre el Consejo General del Poder Judicial, un organismo totalmente politizado y siguiendo el espectáculo recordemos los conflictos frecuentes entre el Tribunal Supremo y el Constitucional. En definitiva, la justicia española es un fracaso absoluto con un deterioro generalizado que difícilmente puede organizarse sociedad alguna.
Todas estas connotaciones serian innumerables si nos detuviéramos en analizar en profundidad la Constitución y los órganos que se han instituido a traves de su contenido por el batiburrillo que se ha originado en su desarrollo.
No obstante, voy a ser crucial con mi análisis sincero de sugerir unas máximas a cumplir para evitar la desintegración del Estado y la supervivencia de España. Estas son:
1ª) Un debate nacional sobre el Estado de las Autonomías, analizando su coste y la capacidad económica de la sociedad española para sufragarlo, ventajas o cargas para la Hacienda Central del Estado y seguidamente convocar un plebiscito nacional para decidir su derogación o su mantenimiento conociendo previamente los dictámenes y las recomendaciones de los Foros económicos de la UE respecto a este polémico asunto.
2ª) Modificar la Ley Electoral a nivel nacional, autonómico y local sustituyendo el sistema proporcional por el uninominal que garantiza que el partido político más votado es quien gobierne evitando las corruptelas de las dadivas a los partidos nacionalistas en sus alianzas con ellos. Eliminar definitivamente la sobrerrepresentación otorgada en los territorios forales (Vasconia, Cataluña, Galicia o Islas Canarias) a los partidos nacionalistas que imponen después sus peticiones abusivas de nuevas transferencias del Gobierno Central.
3ª) Transferir definitivamente al Estado, la competencia de la educación desde las Comunidades Autónomas para evitar el espectáculo indecente de “la guerra de las lengas” en las Comunidades Autónomas Forales. El Estado sera garante del uso en libertad de la lengua que elija el propio ciudadano y no permitirá el gobierno autonómico su injerencia en este campo.
4ª) Transferir definitivamente al Estado, sus competencias sobre la sanidad y el régimen tributario y derogando los regímenes propios forales que existen (Vasconia, Navarra y ahora en Cataluña). Si la Constitución establece en su Art 14.1 <la igualdad de todos los españoles ante la ley> es inmoral que se otorguen privilegios a unas regiones respecto a las otras del resto del Estado
5ª) Respecto al funcionamiento interno de los partidos políticos derogar definitivamente “el caudillismo” y establecer la libertad de sus afiliados y cargos electos para debatir y decidir libremente los asuntos internos fuera de la mirada de los Presidentes (Administración Central, autonómica y Local) y su poder represivo y sancionador.
Establecer la obligatoriedad de “las elecciones primarias” en todos los partidos políticos para elegir a sus puestos representativos con el sistema de “listas abiertas” unificándolo a nivel nacional para cualquier proceso electoral (Central. Autonomico y Local) para que el elector elija al candidato que considere mas capaz, fuera de “las listas cerradas” amañada por el cacique de turno. Para garantizar la pulcritud del sistema, los partidos políticos elegirán una Comisión permanente a modelo de “Tribunos del pueblo” que sera elegida por los afiliados y con el sistema de “listas abiertas” que velara por garantizar la libertad interna de los militantes en el partido y su defensa contra las injerencias de los órganos rectores del partido. Cualquier acción represiva por parte los órganos rectores de partido contra los militantes actuará esta Comisión como Tribunal de Defensa y aplicará el Código de sanciones que deberá establecerse previamente para garantizar la libertad de expresión del afiliado.
6ª) Necesidad de establecer en el período de mandato de cuatro años incluido en la Constitución (Presidente del gobierno, Comunidades Autónomas y Local)”una revalidación del mandato” cada dos para evitar que por incapacidad demostrada o no o corruptelas del cargo electo arruine a la economía nacional. Se convocarán plebiscitos a nivel nacional, autonómico y local, necesitando una mayoría absoluta para su mantenimiento en el cargo o su separación definitiva de estas responsabilidades. También es necesario limitar el numero de mandatos de los cargos electos a un numero de dos siguiendo el ejemplo de las democracias mas avanzadas del mundo aplicándose a todas las Administraciones (Gobierno Central, Comunidades Autónomas y Local) e incluso en las Organizaciones empresariales y Sindicatos de ámbito estatal.
7ª) Una asignatura pendiente tiene actualmente la Corona Real con la ciudadanía que hasta el momento no ha ejercido el derecho consagrado en la Constitución sobre la soberanía nacional que reside en el pueblo y es la convocatoria de un plebiscito para decidir la forma de Estado: Monarquia o Republica.
Y si estas mínimas sugerencias de medidas no se adoptan, cada vez el sistema político español se ira alejando mas de la ciudadanía y al final quedara recluido a las cloacas por la opinión pública y las opciones nacionalistas utilizarán esta alternativa para proclamar su independencia basados en la inexistencia del Estado”.
Fdo: Julio Reyes Rubio “Al-Mayriti”
“Ni Adolfo Suárez, ni su sucesor, el socialista Felipe González, han acertado en encauzar esta amenaza constante contra la integridad del Estado como consecuencia de las ambiciones políticas del nacionalismo catalán y vasco que es insaciable porque ambos pretenden que sus Estatutos de Autonomía no tengan techo hasta alcanzar la independencia.
El desprecio a la nación española en Vasconia y en Cataluña es permanente e intolerable persiguiendo a la lengua oficial del Estado, el castellano, a la cultura y la reclamación ilimitada de competencias.
Y para mayor desgracia, la división de poderes instituida en la Constitución fue cercenada por el gobierno de Felipe González quien tras la corrupción política desmesurada durante su mandato, realizó unas modificaciones en el poder judicial y en el Tribunal Supremo que alteraría su independencia del poder ejecutivo, el cual a partir de entonces tendría un protagonismo en la elección de los cargos de estas Instituciones, dejando al poder judicial como un cadáver sin eficacia constitucional.
Las Instituciones del Estado y no sólo las Comunidades Autónomas están en crisis y ninguna funciona para satisfacer a la ciudadanía. Cuando se implantó la democracia se quiso repetir con el bipartidismo de alternancia que hubo en la Restauración del 1874 e incluir a los partidos nacionalistas para ocasionalmente intervenir en la gobernabilidad del Estado a través de sus alianzas.
El esquema planteado dentro de los partidos que han optado por “el caudillismo” apoyados por camarillas ávidas de poder, que han fomentado el oportunismo de algunos que realizan unas carreras políticas basadas en la adulación y la obediencia ciega al mando, eliminando el debate y la movilización cívica, creándose una burocracia para ocupar puestos en las Instituciones públicas con la finalidad de asentarse en las poltronas para disfrutar de privilegios sin importarle para nada el interés general.
La corrupción está latente en los partidos nacionales pero no es gratuita y si gravemente perjudicial puesto que destruye la imagen de las Instituciones, desmoraliza a los ciudadanos, anula los valores morales en la sociedad dificultando la cohesión social y la convivencia.
Sobre la credibilidad del Congreso de Diputados, se ve muchas veces imágenes televisadas de los escaños vacíos, la esterilidad de sus discusiones, la inexistencia de comisiones de investigación, la casi dedicación de los diputados a sus asuntos particulares etc.
Un ejemplo práctico es el Senado. ¿Cual es su función? ¿Para qué sirve? ¿Qué representa? Pues se puede comprobar que esta constituido por una caterva de políticos defenestrados y es el lugar último a que son destinados para no perder su poltrona, independientemente del color político de sus partidos. Allí podrá encontrar al Sr. Barranco (PSOE); al Sr Anasagasti (PNV) o al Sr Fraga (PP).
En otros ámbitos podemos igualmente opinar ¿El Tribunal de Cuentas? ¿Alguien sabe qué se hace con los informes? Sobre el Tribunal Constitucional, otras tantas de lo mismo y si comentamos algo sobre el Consejo General del Poder Judicial, un organismo totalmente politizado y siguiendo el espectáculo recordemos los conflictos frecuentes entre el Tribunal Supremo y el Constitucional. En definitiva, la justicia española es un fracaso absoluto con un deterioro generalizado que difícilmente puede organizarse sociedad alguna.
Todas estas connotaciones serian innumerables si nos detuviéramos en analizar en profundidad la Constitución y los órganos que se han instituido a traves de su contenido por el batiburrillo que se ha originado en su desarrollo.
No obstante, voy a ser crucial con mi análisis sincero de sugerir unas máximas a cumplir para evitar la desintegración del Estado y la supervivencia de España. Estas son:
1ª) Un debate nacional sobre el Estado de las Autonomías, analizando su coste y la capacidad económica de la sociedad española para sufragarlo, ventajas o cargas para la Hacienda Central del Estado y seguidamente convocar un plebiscito nacional para decidir su derogación o su mantenimiento conociendo previamente los dictámenes y las recomendaciones de los Foros económicos de la UE respecto a este polémico asunto.
2ª) Modificar la Ley Electoral a nivel nacional, autonómico y local sustituyendo el sistema proporcional por el uninominal que garantiza que el partido político más votado es quien gobierne evitando las corruptelas de las dadivas a los partidos nacionalistas en sus alianzas con ellos. Eliminar definitivamente la sobrerrepresentación otorgada en los territorios forales (Vasconia, Cataluña, Galicia o Islas Canarias) a los partidos nacionalistas que imponen después sus peticiones abusivas de nuevas transferencias del Gobierno Central.
3ª) Transferir definitivamente al Estado, la competencia de la educación desde las Comunidades Autónomas para evitar el espectáculo indecente de “la guerra de las lengas” en las Comunidades Autónomas Forales. El Estado sera garante del uso en libertad de la lengua que elija el propio ciudadano y no permitirá el gobierno autonómico su injerencia en este campo.
4ª) Transferir definitivamente al Estado, sus competencias sobre la sanidad y el régimen tributario y derogando los regímenes propios forales que existen (Vasconia, Navarra y ahora en Cataluña). Si la Constitución establece en su Art 14.1 <la igualdad de todos los españoles ante la ley> es inmoral que se otorguen privilegios a unas regiones respecto a las otras del resto del Estado
5ª) Respecto al funcionamiento interno de los partidos políticos derogar definitivamente “el caudillismo” y establecer la libertad de sus afiliados y cargos electos para debatir y decidir libremente los asuntos internos fuera de la mirada de los Presidentes (Administración Central, autonómica y Local) y su poder represivo y sancionador.
Establecer la obligatoriedad de “las elecciones primarias” en todos los partidos políticos para elegir a sus puestos representativos con el sistema de “listas abiertas” unificándolo a nivel nacional para cualquier proceso electoral (Central. Autonomico y Local) para que el elector elija al candidato que considere mas capaz, fuera de “las listas cerradas” amañada por el cacique de turno. Para garantizar la pulcritud del sistema, los partidos políticos elegirán una Comisión permanente a modelo de “Tribunos del pueblo” que sera elegida por los afiliados y con el sistema de “listas abiertas” que velara por garantizar la libertad interna de los militantes en el partido y su defensa contra las injerencias de los órganos rectores del partido. Cualquier acción represiva por parte los órganos rectores de partido contra los militantes actuará esta Comisión como Tribunal de Defensa y aplicará el Código de sanciones que deberá establecerse previamente para garantizar la libertad de expresión del afiliado.
6ª) Necesidad de establecer en el período de mandato de cuatro años incluido en la Constitución (Presidente del gobierno, Comunidades Autónomas y Local)”una revalidación del mandato” cada dos para evitar que por incapacidad demostrada o no o corruptelas del cargo electo arruine a la economía nacional. Se convocarán plebiscitos a nivel nacional, autonómico y local, necesitando una mayoría absoluta para su mantenimiento en el cargo o su separación definitiva de estas responsabilidades. También es necesario limitar el numero de mandatos de los cargos electos a un numero de dos siguiendo el ejemplo de las democracias mas avanzadas del mundo aplicándose a todas las Administraciones (Gobierno Central, Comunidades Autónomas y Local) e incluso en las Organizaciones empresariales y Sindicatos de ámbito estatal.
7ª) Una asignatura pendiente tiene actualmente la Corona Real con la ciudadanía que hasta el momento no ha ejercido el derecho consagrado en la Constitución sobre la soberanía nacional que reside en el pueblo y es la convocatoria de un plebiscito para decidir la forma de Estado: Monarquia o Republica.
Y si estas mínimas sugerencias de medidas no se adoptan, cada vez el sistema político español se ira alejando mas de la ciudadanía y al final quedara recluido a las cloacas por la opinión pública y las opciones nacionalistas utilizarán esta alternativa para proclamar su independencia basados en la inexistencia del Estado”.
Fdo: Julio Reyes Rubio “Al-Mayriti”