Tengo 17 años, me he llevado once años en ese
colegio, y pocos me han parecido, daría mucho por volver al interior de sus paredes y revivir todo, lo bueno y lo malo, y no me canso de resaltar el cariño y el apoyo de los profesores, su ayuda en los momentos difiles, sus empujones, la respetuosidad de todos y sus hermosos
jardines.
Desde que entre por primera vez, fue como si entrase en mi segunda
casa, por eso ahora hecho de menos las risas, los secretos de sus pasillos, la complicidad de todos,
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