En la luna viven los selenitas, aun virgenes de conociento, permanecen indiferentes ante la zona azul que se aproxima. Pero el hombre-nada está dispuesto a contar su historia y con ella arrastrar a las palabras que haya domado y separarlas de las ingravidas y las que no son atraidas hacia ningún cuerpo celeste, esas que permanecen en el limbo de "no se exactamente lo que significan", craso error, o lo sabes o no lo sabes. Este es un saludo para los hiatos, las eternas dañadas en esta sociedad. Ayer ... (ver texto completo)