VILCHES

Habitantes: 5.162  Altitud: 520 m.  Gentilicio: Vilcheños 
Hoy amanece en VILCHES a las 07:33 y anochece a las 20:53
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Situación:

Municipio de mediana extensión situado al norte de la provincia, en la comarca de El Condado. Se encuentra cerca de los ríos Guadalén y Guarrizas, y también pasa por su término municipal el río Guadalimar. El cultivo del olivo también es propio de esta zona, en su mayor parte cultivo de secano. Podemos destacar la superficie de terreno forestal, básicamente compuesto por encinares y alcornocales adehesados, superficie incluso superior a la de tierras de cultivo, dado que gran parte del término municipal se encuentra en las estribaciones de Sierra Morena, y la superficie dedicada a pastizales. Existen tres embalses en el municipio como son: La Fernandina, Guadalén y Giribaile, con grandes posibilidades de aprovechamiento turístico. Cuenta también el municipio con potencialidades turísticas diversas, entre las que destacan sus parajes y zonas húmedas de interés ambiental, el patrimonio histórico-artístico, los yacimientos arqueológicos y los recursos cinegéticos y piscícolas. En este municipio destaca la cría de ganado porcino, con numerosas granjas dedicadas a esta actividad.

Fiestas:

Fiestas de San Gregorio:

Las fiestas de san Gregorio se celebran durante la segunda semana de mayo en esta localidad que guarda los trofeos de la Batalla de las Navas de Tolosa de 1212. Los festejos destacan por el reparto de roscos benditos tras la misa, que se oficia en la ermita de Los Mesones y adonde se traslada la imagen del santo que recibe culto en la iglesia de San Miguel, y por las animadas verbenas populares que se celebran todas las noches.

Fiestas de la Santísima Virgen del Castillo (del 14 al 18 de Agosto):

La Virgen del Castillo, así llamada por convertir la fortaleza de Vilches en su santuario, es patrona de la localidad desde 1784 y alcaldesa de honor desde 1971. Estas fiestas, que destacan por sus verbenas y por los encierros de toros, destinan el día 15 para la celebración de los actos religiosos en honor de la patrona en el cerro de la ermita.

Día de todos los Santos (1 de Noviembre):

Tienen los vilchenos por tradición, que siguen los niños del pueblo taponar, las cerraduras de las puertas con gachas, plato típico del Día de los Santos que también se suele acompañar con "tostones", y que no hay casa en la que no se degusten en esas fechas. Los jóvenes por su parte se reúnen en peñas para hacer su propia fiesta durante toda la noche.

Costumbres:

Una de las más destacables es "la postura", o lo que es lo mismo, beberse unas cervezas con los amigos y disfrutar de las maravillosas tapas que ofrecen los bares de Vilches.

Uno de los tesoros inmateriales mas significativos son los "aguinandos de Vilches", composiciones musicales con importantes pinceladas arabescas que anuncian la Navidad, le cantan a sus personajes centrales y celebran la sencilla vida de los pastores. Estas composiciones son interpretadas por abnegados músicos tradicionales que recorren las calles por las noches entonando estos villancicos, "los campanilleros". Este canto y música de tradición oral no contaba con notación musical y en enero de 2011 ha sido puesto en pentagrama por el compositor Manuel Valencia y Julián López Rodríguez en una versión para piano.

Historia:

En el término de Vilches se han inventariado cerca de un centenar de yacimientos arqueológicos.

En la Edad del Bronce, II milenio a C, la consolidación de la actividad metalúrgica en Sierra Morena y las fértiles tierras de su entorno, posibilitaron la aparición de pequeños poblados, algunos fortificados, situados en lugares estratégicos, como los de Cañada de Malabrigo, Giribaile o Cerro del Salto.

En la etapa ibérica, a partir de los siglos VII y VI a C, uno de los asentamientos de la edad del bronce, Giribaile, alcanzó mayor relevancia, debido a la colonización del mismo promovida desde Cástulo, capital de la Oretania, con la finalidad de controlar los centros metalúrgicos. El poblado de Giribaile, con tamaño superior a 22 Ha., presenta un trazado urbanístico definido por calles y casas de planta cuadrangular y rectangular, y áreas públicas, delimitado por una potente muralla de trazado irregular. En sus alrededores hay tres necrópolis, una de ellas turriforme, interpretada por los investigadores como una tumba aristocrática de los siglos VI al IV a C. En una de sus laderas se encuentran las cuevas de Espeluca que según la tradición fueron un santuario ibérico.

De este periodo se han inventariado un gran número de asentamientos y pequeñas fortificaciones tanto en los alrededores de Giribaile como en otros punto del término, entre ellos la primera ocupación del cerro del castillo de la Virgen y el recinto íbero-romano de San Julian.

En época romana se identifica Vilches con Baesucci, que según una lápida, localizada en el Cerro del Castillo, en el 76 d. C. se le concedió el título de municipio por el emperador Vespasiano. En época Imperial, el término se puebla de un gran número de villas, algunas de gran tamaño como la del Cerrillo del Cuco en Santagón. Esta villa excavada recientemente, contaba con mosaicos en las zonas nobles y alrededor de estas tenía un gran número de dependencias de almacenaje y residencia de esclavos y colonos.

En época visigoda Baesucci fue sede episcopal. Algunos investigadores apuntan a la reutilización de las Cuevas de Espeluca (Giribaile) como oratorio visigodo o mozárabe.

Fue en época islámica cuando se consolida y toma auge el actual emplazamiento de Vilches, marcado por la construcción de un castillo-fortaleza, en el cerro de la ermita de la Virgen. Sobre el recinto íbero-romano de Giribaile se levantó otro castillo fortaleza, con enlace visual con el anterior. En su término se han inventariado varias alquerías o pequeños poblados que utilizarían ambos castillos como refugio.

En 1170 los almorávides controlaban el castillo de Vilches desde el que hostigaban a los almohades que controlaban el de Giribaile.

En 1209 el maestre de Calatrava don Ruy Díaz de Yanguas ganó el castillo de Vilches, pero debió de perderlo al poco, con la reacción almohade, puesto que de nuevo cayó en manos cristianas tres días después de la Batalla de la s Navas de Tolosa. Castilla reforzó la plaza, al tiempo que los almohades hacían lo mismo con el de Giribaile.

En 1213 el rey Alfonso VIII le concedió el Fuero de Cuenca, así como plena propiedad sobre sus montes y términos para que el castillo de Vílches fuera bien poblado. En 1217, por Bula del Papa Honorio III, se concedía a la Mitra de Toledo las iglesias de Vilches. Finalmente, Fernando III dio esta localidad a Baeza el 6 de abril de 1253.

Durante el reinado de Felipe II la localidad se vio afectada por el proceso de venta de tierras baldías, y el Consejo de Vilches presentó una serie de pruebas sobre sus derechos de propiedad de sus tierras en el año 1575.

Felipe IV la libertó de la jurisdicción de Baeza el 3 de julio de 1627 y le concedió el título de Villa.

En el término de Vilches se dibuja cerca de un centenar de yacimientos arqueológicos. En la Edad del Bronce, II milenio a C, la consolidación de la actividad metalúrgica en Sierra Morena y las fértiles tierras de su entorno, posibilitaron la aparición de pequeños poblados, algunos fortificados, situados en lugares estratégicos, como los de Cañada de Malabrigo, Giribaile o Cerro del Salto. En la etapa ibérica, a partir de los siglos VII y VI a C, uno de los asentamientos de la edad del bronce, Giribaile, alcanzó mayor relevancia, debido a la colonización del mismo promovida desde Cástulo, capital de la Oretania, con la finalidad de controlar los centros metalúrgicos. El poblado de Giribaile, con tamaño superior a 22 Ha., presenta un trazado urbanístico definido por calles y casas de planta cuadrangular y rectangular, y áreas públicas, delimitado por una potente muralla de trazado irregular. En sus alrededores hay tres necrópolis, una de ellas turriforme, interpretada por los investigadores como una tumba aristocrática de los siglos VI al IV a C. En una de sus laderas se encuentran las cuevas de Espeluca que según la tradición fueron un santuario ibérico. En época romana se identifica Vilches con Baesucci, que según una lápida, localizada en el Cerro del Castillo, en el 76 d. C. se le concedió el título de municipio por el emperador Vespasiano. En época Imperial, el término se puebla de un gran número de villas, algunas de gran tamaño como la del Cerrillo del Cuco en Santagón. Esta villa excavada recientemente, contaba con mosaicos en las zonas nobles y alrededor de estas tenía un gran número de dependencias de almacenaje y residencia de esclavos y colonos. En época visigoda Baesucci fue sede episcopal. Algunos investigadores apuntan a la reutilización de las Cuevas de Espeluca (Giribaile) como oratorio visigodo o mozárabe. Fue en época islámica cuando se consolida y toma auge el actual emplazamiento de Vilches, marcado por la construcción de un castillo-fortaleza, en el cerro de la ermita de la Virgen. Sobre el recinto íbero-romano de Giribaile se levantó otro castillo fortaleza, con enlace visual con el anterior. En 1170 los almorávides controlaban el castillo de Vilches desde el que hostigaban a los almohades que controlaban el de Giribaile. En 1209 el maestre de Calatrava don Ruy Díaz de Yanguas ganó el castillo de Vilches, pero debió de perderlo al poco, con la reacción almohade, puesto que de nuevo cayó en manos cristianas tres días después de la Batalla de las Navas de Tolosa. Castilla reforzó la plaza, al tiempo que los almohades hacían lo mismo con el de Giribaile. En 1213 el rey Alfonso VIII le concedió el Fuero de Cuenca, así como plena propiedad sobre sus montes y términos para que el castillo de Vílches fuera bien poblado. En 1217, por Bula del Papa Honorio III, se concedía a la Mitra de Toledo las iglesias de Vilches. Finalmente, Fernando III dio esta localidad a Baeza el 6 de abril de 1253. Durante el reinado de Felipe II la localidad se vio afectada por el proceso de venta de tierras baldías, y el Consejo de Vilches presentó una serie de pruebas sobre sus derechos de propiedad de sus tierras en el año 1575. Felipe IV la libertó de la jurisdicción de Baeza el 3 de julio de 1627 y le concedió el título de Villa.

Turismo:

Vilches es un pueblo de gentes agradables y muy abiertas en cuanto al trato con la gente que nos visita. La tranquilidad es la nota predominante, sin, por ello, renunciar al entretenimiento de toda la familia.



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