Buenos días amigos y amigas foreros.
Como todos sabemos, antes de ayer en España hubo un apagón.
« ¿Donde estabas tú cuando perdimos la guerra?», que cantaba Nacho Vegas.
El lunes, mientras trabajaba, el ordenador se cortó. Se fue. "Fium" Y lo primero que pensé es que me cagaba en su madre y fui al cuadro de luces a subir las palanquitas. Pero estaban todas subidas y ahí todo mi mu
Mi mundo empezó a desconfigurarse. Así de sólida es la vida.
Mandé un par de audios personales a gente importante —importante para mí, se entiende— y a algunos escritores por temas de trabajo, pero no llegaron.
«Bueno, tampoco es el fin del mundo», pensé. Iluso de mí.
Y bueno, empecé a hacer las cosas que hace la gente normal.
Había quedado con unos amigos por la tarde para tomar unas cervezas y ver el baloncesto. Por ese orden, porque cuando sobrepasas cierta edad las prioridades son otras.
Recordé mi cita con la fisio y mandé un audio a la clínica: «Hoy no podré ir» Un poco absurdo, pero creí que todo aquello era una caída local y que en los pueblos de al lado funcionaría como siempre.
Al rato, con toda mi increíble maquinaria cerebral funcionando a pleno rendimiento, me di cuenta de que esto no era tan local y me fui a casa de mi hijo. «Al menos ellos tendrán agua caliente».
Al llegar no tenia ni agua.
Siempre pensé que España iba camino de Somalia, pero con más farolas. Ahora ya empezaba a tener dudas.
Pero las cervezas se cumplen.
Y allí a la hora establecida un día antes estaba sentado.
El bar lo lleva un enano. No un enano sino un tipo muy muy bajito, Extremadamente bajito. Estilo Danny DeVito. No bajito de ir al circo, pero si bajito de co...
Pero es un empresario de elite y tenia generadores. Puede que seamos Somalia, pero la cerveza siempre la tendremos fría.
Mis amigos no llegaban. « ¿Y si estamos ante el fin del mundo y a mí solo me preocupa si me van a poner tapa?» « ¿Soy de esa clase de personas».
Total, que me fui a buscarlos y por esas cosas de la vida me los encontré interactuando por la calle.
Mi amigo Pol, hablaba con la hermana de un viejo conocido que no era guapa sino lo siguiente. Con ella y con su madre.
«Ahora lo entiendo todo».
«Qué va, tío, es que es el fin del mundo, ¿no te has puesto la radio».
«Que radio»
«La el coche»
«Me puse Bob Dylan».
«Pero capullo, ¿el mundo se acaba y tú no te pones ni la radio y te pones música?».
«El enano tiene generadores y un vecino me ha dicho que ha sido los rusos».
Y allí nos fuimos. Al enano, no a Rusia.
Al final los tres reunidos charlando.
« ¿Tienes hijos, no te preocupa el fin del mundo?»
La vida no es el SECRETO. Por mucho que me preocupe no va a venir la luz y la cerveza está fría. Por mucho de que desee las cosas no ocurren aunque uno apriete los puños.
¿Y no tienes un camping gas?.
« Lo perdí en la ultima mudanza, junto con algunas latas de fabada, el microondas, la freidora de aire, la sombrilla, la esperanza y las novelas de Pio Baroja».
Dicen que en Terrassa ya hay luz».
«Quizás las jeringuillas formen un campo magnético propio»
Tras ese chiste de los ochenta, hablamos de todo.
Este mail podría centrarse en nuestra necesidad de móvil y comunicación, en qué maravilloso discurso político nos deparará nuestro presidente, en como nuestra vida está sustentada en un fino hilo institucional-burocrático que puede romperse en cualquier momento, como un virus, una lluvia, una camioneta llena de putas hasta Tarragona o a saber, pero no voy a ir por ahí.
Al menos hoy no.
En ningún momento me preocupé demasiado y la vedada es que en todo lo que pensé es que el fin del mundo no estaba tan mal mientras el enano tuviera
generadores.
Mi superficialidad me preocupó un poco, pero ya me preocupé demasiado durante la pandemia y total aquello cambió la realidad social un máximo de cero y esto será lo mismo.
No seremos mejores, porque somos peores y cualquier tipo de voto está ya cautivo. Todo el mundo sabe, él lo sabe y nosotros lo sabemos.
Nos toca mamar y mucho. Hasta que él se canse. Pues disfrutemos de nuestras somalización. A más de una y a más de dos nos vendrá muy bien un apocalipsis. No seré yo quien llame a los bomberos.
Al menos no saldremos mejores, pero ser pobre no deja de ser una especie de marchamo que nos convierte en mejores para la gran mayoría y esa es la base social del voto, de la religión y del prestigio social. Y en España vamos a ser cojonudos. Estamos en ello. Pues a disfrutarlo.
Mis amigos y yo pensamos, finalmente, que el fin del mundo nos pille bailando. Ya la hemos cagado tantas veces que no vamos ahora a hacernos los dignos. « Otra ronda camarero».
Animo foreros y foreras. El mundo no se acaba, pero nos molestan.
Como todos sabemos, antes de ayer en España hubo un apagón.
« ¿Donde estabas tú cuando perdimos la guerra?», que cantaba Nacho Vegas.
El lunes, mientras trabajaba, el ordenador se cortó. Se fue. "Fium" Y lo primero que pensé es que me cagaba en su madre y fui al cuadro de luces a subir las palanquitas. Pero estaban todas subidas y ahí todo mi mu
Mi mundo empezó a desconfigurarse. Así de sólida es la vida.
Mandé un par de audios personales a gente importante —importante para mí, se entiende— y a algunos escritores por temas de trabajo, pero no llegaron.
«Bueno, tampoco es el fin del mundo», pensé. Iluso de mí.
Y bueno, empecé a hacer las cosas que hace la gente normal.
Había quedado con unos amigos por la tarde para tomar unas cervezas y ver el baloncesto. Por ese orden, porque cuando sobrepasas cierta edad las prioridades son otras.
Recordé mi cita con la fisio y mandé un audio a la clínica: «Hoy no podré ir» Un poco absurdo, pero creí que todo aquello era una caída local y que en los pueblos de al lado funcionaría como siempre.
Al rato, con toda mi increíble maquinaria cerebral funcionando a pleno rendimiento, me di cuenta de que esto no era tan local y me fui a casa de mi hijo. «Al menos ellos tendrán agua caliente».
Al llegar no tenia ni agua.
Siempre pensé que España iba camino de Somalia, pero con más farolas. Ahora ya empezaba a tener dudas.
Pero las cervezas se cumplen.
Y allí a la hora establecida un día antes estaba sentado.
El bar lo lleva un enano. No un enano sino un tipo muy muy bajito, Extremadamente bajito. Estilo Danny DeVito. No bajito de ir al circo, pero si bajito de co...
Pero es un empresario de elite y tenia generadores. Puede que seamos Somalia, pero la cerveza siempre la tendremos fría.
Mis amigos no llegaban. « ¿Y si estamos ante el fin del mundo y a mí solo me preocupa si me van a poner tapa?» « ¿Soy de esa clase de personas».
Total, que me fui a buscarlos y por esas cosas de la vida me los encontré interactuando por la calle.
Mi amigo Pol, hablaba con la hermana de un viejo conocido que no era guapa sino lo siguiente. Con ella y con su madre.
«Ahora lo entiendo todo».
«Qué va, tío, es que es el fin del mundo, ¿no te has puesto la radio».
«Que radio»
«La el coche»
«Me puse Bob Dylan».
«Pero capullo, ¿el mundo se acaba y tú no te pones ni la radio y te pones música?».
«El enano tiene generadores y un vecino me ha dicho que ha sido los rusos».
Y allí nos fuimos. Al enano, no a Rusia.
Al final los tres reunidos charlando.
« ¿Tienes hijos, no te preocupa el fin del mundo?»
La vida no es el SECRETO. Por mucho que me preocupe no va a venir la luz y la cerveza está fría. Por mucho de que desee las cosas no ocurren aunque uno apriete los puños.
¿Y no tienes un camping gas?.
« Lo perdí en la ultima mudanza, junto con algunas latas de fabada, el microondas, la freidora de aire, la sombrilla, la esperanza y las novelas de Pio Baroja».
Dicen que en Terrassa ya hay luz».
«Quizás las jeringuillas formen un campo magnético propio»
Tras ese chiste de los ochenta, hablamos de todo.
Este mail podría centrarse en nuestra necesidad de móvil y comunicación, en qué maravilloso discurso político nos deparará nuestro presidente, en como nuestra vida está sustentada en un fino hilo institucional-burocrático que puede romperse en cualquier momento, como un virus, una lluvia, una camioneta llena de putas hasta Tarragona o a saber, pero no voy a ir por ahí.
Al menos hoy no.
En ningún momento me preocupé demasiado y la vedada es que en todo lo que pensé es que el fin del mundo no estaba tan mal mientras el enano tuviera
generadores.
Mi superficialidad me preocupó un poco, pero ya me preocupé demasiado durante la pandemia y total aquello cambió la realidad social un máximo de cero y esto será lo mismo.
No seremos mejores, porque somos peores y cualquier tipo de voto está ya cautivo. Todo el mundo sabe, él lo sabe y nosotros lo sabemos.
Nos toca mamar y mucho. Hasta que él se canse. Pues disfrutemos de nuestras somalización. A más de una y a más de dos nos vendrá muy bien un apocalipsis. No seré yo quien llame a los bomberos.
Al menos no saldremos mejores, pero ser pobre no deja de ser una especie de marchamo que nos convierte en mejores para la gran mayoría y esa es la base social del voto, de la religión y del prestigio social. Y en España vamos a ser cojonudos. Estamos en ello. Pues a disfrutarlo.
Mis amigos y yo pensamos, finalmente, que el fin del mundo nos pille bailando. Ya la hemos cagado tantas veces que no vamos ahora a hacernos los dignos. « Otra ronda camarero».
Animo foreros y foreras. El mundo no se acaba, pero nos molestan.