Ya llega la Cuaresma y los aires de Sierra Morena se mezclan con el perfume del azahar, el incienso y la cera, a lo lejos se escuchan tambores y cornetas del Imperio Romano y de las demás bandas musicales en sus ensallos, las saetas se oyen desde los más recónditos bares de Montoro y en el mostrador un buen medio de vino y una buena tortilla de esparragos, pajarillos fritos o bogas adobadas. En este articulo quiero resaltar el gran trabajo que ha hecho la Cofradía del Señor de la Borriquita. Yo no ... (ver texto completo)