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Mensajes enviados por Burgalés:

Esperando a su dueña.
Siempre de guardia.
Huerta esperando a que llegue su dueño.
Bonito entrelazado del ramaje de estos plataneros.
Verde, verde, verde...
Y se hizo la luz.
¿Te volveremos a ver abierta algún día?
Aquí ponía la pezuña el animal para ser herrado.
Lugar de herraje del vacuno y de las caballerías de la época.
Flor ligeramente desenfocada.
Uva blanca a discreción.
Veremos como viene este año la cosecha de manzanas.
Panorámica de los tejados del barrio de El Castillo tomada desde el moral de la iglesia.
Encina cubriendo con su ramaje la torre de la iglesia.
Con la mirada puesta hacia lo Alto.
Carretera hacia Cornudilla.
Chopera a la izquierda.
Escalinata de tierra hacia la puerta de acceso a la iglesia.

Hierbas silvestres que lo invaden todo. ¡Qué falta de cuidado tiene esta pequeña montaña!
Sólo divisamos su silueta en medio de la fantasmagórica niebla.
La plaza mayor: lugar de reunión y de tertulia.
¡Que pocos mojones quedan en las tierras parcelas!

Agricultores incívicos se han encargado de hacerlos desaparecer de las fincas por medio de sus poderosos tractores.
El caserío de pueblo parece una isla en medio del verdor que lo rodea.
Vida de color en medio de las hierbas silvestres.
Todo un recuerdo de las viñas que en su día se cultivaban en el pueblo para producir el vino que consumía cada familia durante todo el año. ¡Qué tiempos aquellos!
Cada vez que subimos por los escalones de tierra y reborde de piedra, no encontramos de frente con esta pulida fachada de la iglesia parroquial.
Ya nadie podrá entrar ni salir por esta puerta.
El manto de niebla lo cubre casi todo.
Jardín de la plaza mayor de la localidad y no siempre bien cuidado.
Espero llegar a ser tan longevo como mi antecesor en este hueco.
Su autor, el P. Dionisio Cueva, ya no está entre nosotros.
Verdor de los árboles de El Plantío.
El manto de niebla lo cubre todo.
Ya hasta el gato es un extraño en casa.
Simplemente, genial.
Verde, verde, verde... ni el hielo ni la escarcha pueden con él.
¿Cuántas veces se habrá abierto esta puerta?
La naturaleza se impone y la vida sigue.
Perfecta construcción con medios técnicos muy limitados ¿igual que ahora?
Hiedra en su esplendor,
La naturaleza puede contra toda dificultad aunque sea de piedra.
Enebro junto al viejo puente.
Fuente de energía y de riqueza para la comarca.
El cableado eléctrico surca las calles de la localidad; necesario pero muy poco estético.
Bonito "árbol de navidad": sus bolas rojas son inconfundibles.
Entre las ramas de estos árboles se divisa la silueta inconfundible de la iglesia local.
Roble: noble árbol que tanto abunda por este territorio.
Rastrojo de cereal después de ser cosechado el campo.
Acelga nacida sola; alimento para gorriones y otras aves mientras su dueña no está en el pueblo.
Calle que nos lleva hacia en centro de la localidad.
A la izquierda -fuera de la foto- la casa del Maestro.
El centro del pueblo: lugar privilegiado para enterarse de quién llegaba al pueblo o de qué vendedor se trataba.
Calle solitaria del barrio de El Castillo.

Por cierto ¿alguien sabe dónde estuvo el dichoso castillo de la villa?