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Respuestas para José Mel Z..L.:

Cuando sali a la calle, alguien habia colocado sobre la tierra un paisaje nuevo. En mi vida hay demasiados muertos, esto fue lo que pense.
Vi a Laura asomada a la ventana de su cuarto en el primer piso, medio oculta por la palmera que agonizaba. Parecia que llevara alli muchos dias esperandome.
Estuvimos mucho tiempo en silencio porque ellos esperaban que yo dijera algo y yo no decia nada. Al fin mi abuela dijo, vete a ver a Laura, lo esta pasando mal.
Cuando sali a la calle, alguien habia colocado sobre la tierra un paisaje nuevo. En mi vida hay demasiados muertos, esto fue lo que pense.
Mi abuela dijo, las buenas personas se mueren antes que los demas, Dios tiene prisa por llevarselas, y se limpiaba una y otra vez las manos en el mandil.
Estuvimos mucho tiempo en silencio porque ellos esperaban que yo dijera algo y yo no decia nada. Al fin mi abuela dijo, vete a ver a Laura, lo esta pasando mal.
Mi padre dijo, fue todo muy extraño, si hubieras estado aqui, y no termino la frase porque no era una frase para rematar sino un reproche y en los reproches siempre se queda algo detras que no se alcanza a decir. Mire al fondo de la sala, junto a la ventana, y pense que en un rincon como aquel me habia quedado un dia encogido sobre mi mismo al escuchar de boca de don Justo la muerte de Etelvina, y vi de nuevo la boca del tunel mostrandose ante mi seductora, girando en la orbita de las peores pesadillas ... (ver texto completo)
Mi abuela dijo, las buenas personas se mueren antes que los demas, Dios tiene prisa por llevarselas, y se limpiaba una y otra vez las manos en el mandil.
Don Justo habia muerto al dia siguiente de mi marcha. El dolor se le habia hecho insoportable y fue necesario meterle al quirofano para recostruirle la pared aortica.
Alli se quedo.
Mi padre dijo, fue todo muy extraño, si hubieras estado aqui, y no termino la frase porque no era una frase para rematar sino un reproche y en los reproches siempre se queda algo detras que no se alcanza a decir. Mire al fondo de la sala, junto a la ventana, y pense que en un rincon como aquel me habia quedado un dia encogido sobre mi mismo al escuchar de boca de don Justo la muerte de Etelvina, y vi de nuevo la boca del tunel mostrandose ante mi seductora, girando en la orbita de las peores pesadillas ... (ver texto completo)
Cuando llegue a casa mi abuela y mi padre me abrazaron llorando. Crei que lo hacian por los dias en que yo habia estado desaparecido, pero al instante supe que su dolor era consecuencia de la noticia que iban a darme. Les explique donde habia estado y mi padre me cogio las manos y me dijo, Justo a muerto, y las rodillas me temblaron y no supe donde poner las manos y otra vez senti dentro de mi el aullido de una perdida.
Don Justo habia muerto al dia siguiente de mi marcha. El dolor se le habia hecho insoportable y fue necesario meterle al quirofano para recostruirle la pared aortica.
Alli se quedo.
El sueño que tuve en el tren estaba compuesto por dos grandes agujeros que se abrian a mi paso bajo la tierra y de los que surgian vahos de olores pestilentes que me obligaban a cerrar los ojos y la nariz. Los pozos eran tantos que la vida se acabo convirtiendo en un laberinto donde era imposible cualquier movimiento. Entonces aparecio una mujer que yo me esforzaba en que fuera Laura, pero que no era Laura porque tenia el cuerpo de Susana, y tampoco era Susana porque la piel la tenia oscura, una ... (ver texto completo)
Cuando llegue a casa mi abuela y mi padre me abrazaron llorando. Crei que lo hacian por los dias en que yo habia estado desaparecido, pero al instante supe que su dolor era consecuencia de la noticia que iban a darme. Les explique donde habia estado y mi padre me cogio las manos y me dijo, Justo a muerto, y las rodillas me temblaron y no supe donde poner las manos y otra vez senti dentro de mi el aullido de una perdida.
La revelacion de aquella nueva paternidad no me estaba doliendo. Era como si todo lo vivido hasta entonces estuviera trampeado, o desplazado de lugar, como una cifra larga declarada incorrecta porque el primer numero habia sido suplantado. Sin embargo, no sentia dolor. Si pude sentir tristeza, una tristeza que en aquel instante me provocaba placer, y fueron llegando las imagenes al señuelo de aquella tristeza, y llego Tamar golpeando con la puntera del zapato blanco el trozo de teja para jugar al ... (ver texto completo)
El sueño que tuve en el tren estaba compuesto por dos grandes agujeros que se abrian a mi paso bajo la tierra y de los que surgian vahos de olores pestilentes que me obligaban a cerrar los ojos y la nariz. Los pozos eran tantos que la vida se acabo convirtiendo en un laberinto donde era imposible cualquier movimiento. Entonces aparecio una mujer que yo me esforzaba en que fuera Laura, pero que no era Laura porque tenia el cuerpo de Susana, y tampoco era Susana porque la piel la tenia oscura, una ... (ver texto completo)
Extendi la cortina hasta cubrir la ventana, eche hacia atras el asiento y cerre los ojos. Me concentre en el golpeteo sincronizado de las ruedas en las juntas de los railes. Los latidos del tren me iban arrullando hasta la anestesia y el mundo se iba haciendo pequeño. No sentia dolor. Fui recogiendo imagenes de la memoria, todas aquellas en las que don Justo aparecia mostrandome su afecto, y cada una de ellas era para mi un punto donde la mente se detenia, donde confluian las nuevas certezas con ... (ver texto completo)
La revelacion de aquella nueva paternidad no me estaba doliendo. Era como si todo lo vivido hasta entonces estuviera trampeado, o desplazado de lugar, como una cifra larga declarada incorrecta porque el primer numero habia sido suplantado. Sin embargo, no sentia dolor. Si pude sentir tristeza, una tristeza que en aquel instante me provocaba placer, y fueron llegando las imagenes al señuelo de aquella tristeza, y llego Tamar golpeando con la puntera del zapato blanco el trozo de teja para jugar al cascajo, y acudiio el olor del mandil de mi abuela Leticia, de quien la revelacion habia dicho que no era mi abuela, pero que seguia siendo mi abuela, y aquel estado de somnolencia triste me trajo tambien el sueño de las hormigas de las palabras y del ajuste de cuentas de las primeras frases de los libros, y tambien me trajo los baules sagrados del desvan y las cajas tabernaculo, y convoco a mi madre que portaba una lampara encendida para todos los amantes del mundo en la metafora de Paris, y ya los latidos del tren se habian acompasado con los de mi sangre, y llego hasta mi el viejo sofa de orejas donde mi padre, de quien la revelacion habia dicho que no era mi padre, pero que seguia siendo mi padre, se sentaba cada noche para alimentar su culpa, y tambien vino a mi el gancho de la puerta donde don Justo colgaba el sombrero que Laura habia comprado para el en un mercado de Coimbra, y aquel estado que ya casi rozaba el sueño me trajo el espejo, y el espejo no reflejaba nada, y debi de quedarme dormido cuando una grieta partio en dos mitades el espejo. ... (ver texto completo)
Sentada junto a mi habia una pareja de gigantes. La mujer iba envuelta en un traje granate con lazos blancos y miraba una revista de bodas, divorcios y rumores. El hombre, completamente calvo y con los ojos muy brillantes, llevaba en la mano una guia de los Paises Bajos. Ella hablaba sin cesar, comentando algun incidente familiar, hasta que el grito, ya basta, y entonces ella volvio a su revista y el se restrego el brillo de los ojos y respiro profundo, evidenciando el esfuerzo que acababa de hacer.
Extendi la cortina hasta cubrir la ventana, eche hacia atras el asiento y cerre los ojos. Me concentre en el golpeteo sincronizado de las ruedas en las juntas de los railes. Los latidos del tren me iban arrullando hasta la anestesia y el mundo se iba haciendo pequeño. No sentia dolor. Fui recogiendo imagenes de la memoria, todas aquellas en las que don Justo aparecia mostrandome su afecto, y cada una de ellas era para mi un punto donde la mente se detenia, donde confluian las nuevas certezas con ... (ver texto completo)
En la estacion compre una novela con un oleo de una mujer desnuda en la portada. Margaret Atwood era la autora. Cuando el tren se puso en marcha abri el libro, pero solo pude leer las primeras frases, planee mi muerte con esmero, no asi mi vida, de esa forma empezaba el libro.
Sentada junto a mi habia una pareja de gigantes. La mujer iba envuelta en un traje granate con lazos blancos y miraba una revista de bodas, divorcios y rumores. El hombre, completamente calvo y con los ojos muy brillantes, llevaba en la mano una guia de los Paises Bajos. Ella hablaba sin cesar, comentando algun incidente familiar, hasta que el grito, ya basta, y entonces ella volvio a su revista y el se restrego el brillo de los ojos y respiro profundo, evidenciando el esfuerzo que acababa de hacer.
Yo hubiera podido ser una buena actriz, una actriz famosa, si, claro que si, y podria haber trabajado en las obras maestras de Malle y de Truffaut y de Godard y de Resnais, hasta llegar a Hollywood. Si hubiera sido asi, puede que ahora, en este mismo instante, estuviera escribiendo unas preciosas memorias llenas de anecdotas que estarian esperando con ansiedad millones de admiradores. Pero lo que me queda es un pozo, una especie de abismo, y juro por Dios y por mi hijo que voy a agarrarme de mis ... (ver texto completo)
En la estacion compre una novela con un oleo de una mujer desnuda en la portada. Margaret Atwood era la autora. Cuando el tren se puso en marcha abri el libro, pero solo pude leer las primeras frases, planee mi muerte con esmero, no asi mi vida, de esa forma empezaba el libro.
Algunos estaran muertos y con ellos habran muerto sus memorias. O puede que no, puede que no hayan muerto, pero en tal caso es probable que en sus memorias se haya amontonado tanto polvo, tanto papel inutil, tanta decpcion, que el riesgo de despertar resulte imposible. Voy a volver y voy a hacerlo sin nigun equipage. Ordenada y blanca y con las manos colgando. Me pondre el abrigo nuevo y hasta puede que vaya a la peluqueria. Escribo en este cuarto oscuro y pequeño. Es un lugar que tiene su propia ... (ver texto completo)
Yo hubiera podido ser una buena actriz, una actriz famosa, si, claro que si, y podria haber trabajado en las obras maestras de Malle y de Truffaut y de Godard y de Resnais, hasta llegar a Hollywood. Si hubiera sido asi, puede que ahora, en este mismo instante, estuviera escribiendo unas preciosas memorias llenas de anecdotas que estarian esperando con ansiedad millones de admiradores. Pero lo que me queda es un pozo, una especie de abismo, y juro por Dios y por mi hijo que voy a agarrarme de mis ... (ver texto completo)
El unico vinculo que me unia a German era Tamar y ella se habia ido, ademas yo habia ayudado con mi torpeza a que se fuera. Opte por desaparecer. Pero el miedo no se fue nunca de mi lado. Se fue haciendo lento, a veces llegaba hasta mi a rastras, enganchado a algun sentimiento de la memoria. Se mostraba una y otra vez, en cuantas cosas hacia para destruirme. Y tenia boca y dientes. Y era sufrido y podia verlo y me dejaba la boca seca, sin saliva. Con Tobias el miedo se trasformo en un filo de luz ... (ver texto completo)
Algunos estaran muertos y con ellos habran muerto sus memorias. O puede que no, puede que no hayan muerto, pero en tal caso es probable que en sus memorias se haya amontonado tanto polvo, tanto papel inutil, tanta decpcion, que el riesgo de despertar resulte imposible. Voy a volver y voy a hacerlo sin nigun equipage. Ordenada y blanca y con las manos colgando. Me pondre el abrigo nuevo y hasta puede que vaya a la peluqueria. Escribo en este cuarto oscuro y pequeño. Es un lugar que tiene su propia vida y que respira muchos ruidos y que esta invitandome a salir de el y a no volver jamas. Asi lo are y no me despedire de nadie, ni siquiera de Camila, porque las despedidas se llenan de preguntas y no quiero que alguna pregunta me sujete de nuevo a la señal. Ademas, es posible que al llegar a la estacion no sea capaz de subir al tren y, si asi fuera, podre volver de nuevo a casa sin tener que dar ninguna explicacion. ... (ver texto completo)
Lo peor de todo es dejar correr el tiempo sin que una acuerde consigo misma algun plan para el futuro. Nos dejamos llevar por el silencio y tuve miedo. El tambien tenia miedo, mucho miedo, pero su miedo era como un aire alojado en el estomago y hasta creo que a veces le provocaba placer. El mio era perverso. Despues de nacer mi hijo no volvimos a vernos a solas. Cuando fue a verme al Hospital y me acerco la cara para vesarme, le dije: es tu hijo. El me susurro al oido: espero que actues siempre como ... (ver texto completo)
El unico vinculo que me unia a German era Tamar y ella se habia ido, ademas yo habia ayudado con mi torpeza a que se fuera. Opte por desaparecer. Pero el miedo no se fue nunca de mi lado. Se fue haciendo lento, a veces llegaba hasta mi a rastras, enganchado a algun sentimiento de la memoria. Se mostraba una y otra vez, en cuantas cosas hacia para destruirme. Y tenia boca y dientes. Y era sufrido y podia verlo y me dejaba la boca seca, sin saliva. Con Tobias el miedo se trasformo en un filo de luz que aparecia a veces para anunciar el hambre o el frio o la muerte, incluso la soledad que ahora tengo. Pero ya era otro miedo que me permitia vivir de otra forma. Tobias llego demasiado tarde. Ahora es ya casi madrugada y mi vida es la via de un tren al final de la cual hay unas madejas de lana para que yo teja sin miedo una bufanda. ... (ver texto completo)
Hola Ramon, como ya habras leido en lo que puse antes, Gaviota se nos fue hace unos cuantos dias al hotel de los de bata blanca, espero y deseo que ya este fuera de dicho hotel, y que pronto la veamos por aqui para que nos alegre con sus emisiones de Radio Parpayuela y con les coses que nos suele decir.
Tambien me alegro de ver que tu y Escolina ya regresasteis de Torremolinos y que lo pasasteis bien y ya estais en casina.
Jose Mel, ya ma estrañaba que no viera nada escrito por nuestra estimada Gaviota, pues nada mas benir de Torre, me puse a ver lo que teniamos por nuestro estupendo foro, y al no ver nada de ella me estraño, pero no pense que fuera, por que estubiera donde las batas blancas, estero y deseo que todo le saliera bien,
No esperare la señal. Corro el riesgo de que Justo haya hablado y que todo se sepa. Tampoco tengo nada que perder. Mi hijo es mi hijo, aunque su padre no sea German. No creo que Justo tuviera valor para decirle a su mejor amigo: me acoste con tu mujer, si, me acoste con tu mujer, no una, sino varias veces, y el que crees que es tu hijo no lo es, porque es el fruto de uno de esos encuentros, y el que crees que es tu mejor amigo tampoco lo es porque te ha estado engañando. No, no creo que tuviera valor ... (ver texto completo)
Lo peor de todo es dejar correr el tiempo sin que una acuerde consigo misma algun plan para el futuro. Nos dejamos llevar por el silencio y tuve miedo. El tambien tenia miedo, mucho miedo, pero su miedo era como un aire alojado en el estomago y hasta creo que a veces le provocaba placer. El mio era perverso. Despues de nacer mi hijo no volvimos a vernos a solas. Cuando fue a verme al Hospital y me acerco la cara para vesarme, le dije: es tu hijo. El me susurro al oido: espero que actues siempre como ... (ver texto completo)
Ni la sobrina idiota es tan desagradecida como yo. Al menos ella sonrie. No se que hacer. Despues de todo, morir no es tan malo si se muere como lo hizo Tobias, con la cabeza apoyada y las manos tranquilas y juntas y sin nungun recelo contra uno mismo. Pero las muertes que se eligen no son asi. Aun no quiero morir. Ademas, volver no puede ser peor que morir de cualquier manera. No confio en que German me acoja. Quiza ni este para poder hacerlo. Tampoco lo deseo. Pero mi hijo sabra buscarme un hueco ... (ver texto completo)
No esperare la señal. Corro el riesgo de que Justo haya hablado y que todo se sepa. Tampoco tengo nada que perder. Mi hijo es mi hijo, aunque su padre no sea German. No creo que Justo tuviera valor para decirle a su mejor amigo: me acoste con tu mujer, si, me acoste con tu mujer, no una, sino varias veces, y el que crees que es tu hijo no lo es, porque es el fruto de uno de esos encuentros, y el que crees que es tu mejor amigo tampoco lo es porque te ha estado engañando. No, no creo que tuviera valor ... (ver texto completo)
<<No consigo calmar los nervios, ni siquiera con el alcohol. Se me esta cayendo el cabello. El cuerpo se me esta debilitando notablemente. Tiene que haber una forma de salir a flote. Quiza la muerte de Tobias sea la señal. Maldita señal. Maldito todo. Unos dias antes de que se quedara dormido en el sofa como un pajarito me habia dicho: Gracia, tienes que volver. Le insisti con lo de la señal, y el me grito: que señal ni que ocho cuartos, la señal es el trapo rojo del jefe de estacion dandole la salida ... (ver texto completo)
Ni la sobrina idiota es tan desagradecida como yo. Al menos ella sonrie. No se que hacer. Despues de todo, morir no es tan malo si se muere como lo hizo Tobias, con la cabeza apoyada y las manos tranquilas y juntas y sin nungun recelo contra uno mismo. Pero las muertes que se eligen no son asi. Aun no quiero morir. Ademas, volver no puede ser peor que morir de cualquier manera. No confio en que German me acoja. Quiza ni este para poder hacerlo. Tampoco lo deseo. Pero mi hijo sabra buscarme un hueco en alguna parte. Le dejare una bufanda grande para el invierno y un jersey con cenefas. Si, eso hare. No se tejer, pero aprendere. No se si aun vive Leticia, la madre de German. Si vive es probable que no quiera saber nada de mi. Era una buena mujer, mucho mas fuerte que su hijo. ... (ver texto completo)
Cuando ya me iba, me dijo, toma, y me regalo aquel libro de Kipling.
Volvi al hotel, me sente en la cama y lei todo lo que habia dejado escrito mi madre.
<<No consigo calmar los nervios, ni siquiera con el alcohol. Se me esta cayendo el cabello. El cuerpo se me esta debilitando notablemente. Tiene que haber una forma de salir a flote. Quiza la muerte de Tobias sea la señal. Maldita señal. Maldito todo. Unos dias antes de que se quedara dormido en el sofa como un pajarito me habia dicho: Gracia, tienes que volver. Le insisti con lo de la señal, y el me grito: que señal ni que ocho cuartos, la señal es el trapo rojo del jefe de estacion dandole la salida ... (ver texto completo)
Hola y buenos dias para todos.
Bueno especialmente para todos los turoneses bien nacidos y bien agradecidos, que no lo son todos, aunque si lo somos casi todos.
Hay cierta gentuza en Turon (podria poner nombres y apellidos, pero de momento no lo hare), que desde hace algun tiempo estan tocando les narices con este tema.
Hace unos años en un funeral en Figaredo, un capullito de Figaredo, casau en Turon, ya me salio con esta desfachatez, diciendome que Turon que no existia, que era el Valle de Turon, ... (ver texto completo)
Buenas noches José Mel, tranquilo, que no te altere nada, que el cuerpo sufre.... serenidad. Cuando podamos, ya seguiremos con la misma cantinela... jajaj
de dónde empieza Turón, y donde acaba, a este paso no nacimos nadie en Turón... jajaja. Fijate todavía me rio...
Ahora le preguntaremos a Anibal Vazquez... que nos lo aclare...
Por cierto que Anibal era un cartagines, hijo de Amilcar Barca... aquí podemos tener tema...
El medicucu se lo está pasando bomba, que facilidad de relacionarse...
Bueno ... (ver texto completo)
Antes de irme le escribi detras del posavasos, algo que pretendi que no fuera un poema. Me lo agradeciio con una sonrisa calida, tan calida como la decoracion de su apartamento. Le bese de nuevo las cicatrices.
Cuando ya me iba, me dijo, toma, y me regalo aquel libro de Kipling.
Volvi al hotel, me sente en la cama y lei todo lo que habia dejado escrito mi madre.
Me leyo un cuento de Kipling, un cuento precioso que hablaba de como se fueron domesticando los animales salvajes. Cuando termino le dije que yo escribia poemas, pero que no me gustaba ninguno de los poemas que habia escrito. Me dijo, supongo que estaran todos rotos, y le explique, bueno, nunca nadie los lee, pero los guardo en una carpeta. Me miro arrugando la frente y me dijo, rompelos, me oyes, rompe todos esos poemas que no te gustan, a ver para que los quieres en una carpeta, y me sirvio la ... (ver texto completo)
Antes de irme le escribi detras del posavasos, algo que pretendi que no fuera un poema. Me lo agradeciio con una sonrisa calida, tan calida como la decoracion de su apartamento. Le bese de nuevo las cicatrices.
La ame cuanto pude, hasta agotarme, hasta que dijo, tengo frio, y se levanto de mi lado para ponerse una bata azul.
Me leyo un cuento de Kipling, un cuento precioso que hablaba de como se fueron domesticando los animales salvajes. Cuando termino le dije que yo escribia poemas, pero que no me gustaba ninguno de los poemas que habia escrito. Me dijo, supongo que estaran todos rotos, y le explique, bueno, nunca nadie los lee, pero los guardo en una carpeta. Me miro arrugando la frente y me dijo, rompelos, me oyes, rompe todos esos poemas que no te gustan, a ver para que los quieres en una carpeta, y me sirvio la ultima copa de aquel vino del sesenta y uno. ... (ver texto completo)
Puso mas discos de flamenco y lleno de nuevo las copas de aquel vino viejo que sabia a madera y que tambien sabia ya a la piel de ella. Dijo, preguntando con la primera palabra y rspondiendo despues, sabes, este esta siendo un dia de los que merecen la pena.
La ame cuanto pude, hasta agotarme, hasta que dijo, tengo frio, y se levanto de mi lado para ponerse una bata azul.
Tenia un cuerpo de adolescente, apretado y con la piel muy suave, y me lo mostro desde todos los angulos, para que yo lo admirara, para que lo conociera bien y me hiciera pronto con el. Despues se sucedieron muchos momentos de amor en un solo momento, porque ibamos deshaciendo los minutos, triturando las horas para que el tiempo no estuviera partido. Lami las cicatrices de sus muñecas y por fin me pregunto mi nombre. Se lo dije y lo pronunciio pegando sus labios a una hoja de papel y tambien lo pronuncio ... (ver texto completo)
Puso mas discos de flamenco y lleno de nuevo las copas de aquel vino viejo que sabia a madera y que tambien sabia ya a la piel de ella. Dijo, preguntando con la primera palabra y rspondiendo despues, sabes, este esta siendo un dia de los que merecen la pena.
Fuera hacia un aire frio que recibi con alivio. Cruzamos una calle abarrotada de gente. Su apartamento era muy calido, colores calidos en las paredes, moqueta azul, libros, grabados de caballos, los compre en Tunez, me dijo, cien dinares cada uno. En el equipo de musica coloco un disco de flamenco. Me pregunto si me gustaba el flamenco, respondi que no, que no me gustaba, y ella sentencio, desde hoy te va a gustar el flamenco, no vas a querer escuchar otra musica que no sea el flamenco, y nos reimos ... (ver texto completo)
Tenia un cuerpo de adolescente, apretado y con la piel muy suave, y me lo mostro desde todos los angulos, para que yo lo admirara, para que lo conociera bien y me hiciera pronto con el. Despues se sucedieron muchos momentos de amor en un solo momento, porque ibamos deshaciendo los minutos, triturando las horas para que el tiempo no estuviera partido. Lami las cicatrices de sus muñecas y por fin me pregunto mi nombre. Se lo dije y lo pronunciio pegando sus labios a una hoja de papel y tambien lo pronuncio pegando los labios a la piel de mi espalda, y mi nombre no sonaba de la misma forma, y sentenciio, deberias llamarte de otra manera. ... (ver texto completo)
Leimos muchas primeras frases de muchos libros, hasta que ella dejo de sonreir y me dijo, estoy cansada, vivo aqui cerca. Elegi un libro para leerle la ultima frase, Herman Hesse, ache por doble motivo, y busque Demian, lei, para contar mi historia tengo que empezar muy atras. Susana me dijo, no te invito a mi apartamento para que me cuentes tu vida, no quiero saber nada de tu vida, tampoco te voy a agobiar contandote la mia. Le explique que no tenia nada que ofrecerle y ella movio los hombros y ... (ver texto completo)
Fuera hacia un aire frio que recibi con alivio. Cruzamos una calle abarrotada de gente. Su apartamento era muy calido, colores calidos en las paredes, moqueta azul, libros, grabados de caballos, los compre en Tunez, me dijo, cien dinares cada uno. En el equipo de musica coloco un disco de flamenco. Me pregunto si me gustaba el flamenco, respondi que no, que no me gustaba, y ella sentencio, desde hoy te va a gustar el flamenco, no vas a querer escuchar otra musica que no sea el flamenco, y nos reimos ... (ver texto completo)
Recuerdo que ella tenia el dedo indice sobre los labios mientras mi padre reia, esta fue la primera frase que ella leyo, el rito, y yo segui con otra, hace dos meses que te fuiste y desde hace dos meses, salvo una postal en la que me comunicabas que todavia estabas viva, no he tenido noticias tuyas, y la mujer que me acompañaba me dijo, esa se llama Susana, como yo. Asi fue como supe su nombre, y ella no me pregunto mi nombre, pero si me pregunto de donde venia, quiza porque habia adivinado que venia ... (ver texto completo)
Leimos muchas primeras frases de muchos libros, hasta que ella dejo de sonreir y me dijo, estoy cansada, vivo aqui cerca. Elegi un libro para leerle la ultima frase, Herman Hesse, ache por doble motivo, y busque Demian, lei, para contar mi historia tengo que empezar muy atras. Susana me dijo, no te invito a mi apartamento para que me cuentes tu vida, no quiero saber nada de tu vida, tampoco te voy a agobiar contandote la mia. Le explique que no tenia nada que ofrecerle y ella movio los hombros y ... (ver texto completo)
Fue como si de pronto la hubiera visto desnuda, asi mismo fue, y le dije, afirmando y preguntando a la vez, lo habras hecho por algun motivo, y ella me dijo, claro, por varios motivos, y le pregunte si lo volveria a hacer, y aquella fue una pregunta ingenua, una pregunta torpe que yo nunca deberia haber realizado, por eso no la contesto, por eso y porque no tenia contestacion. Que estas haciendo aqui, me pregunto para enterrar la idiotez de mi pregunta, y le explique que leia las primeras frases ... (ver texto completo)
Recuerdo que ella tenia el dedo indice sobre los labios mientras mi padre reia, esta fue la primera frase que ella leyo, el rito, y yo segui con otra, hace dos meses que te fuiste y desde hace dos meses, salvo una postal en la que me comunicabas que todavia estabas viva, no he tenido noticias tuyas, y la mujer que me acompañaba me dijo, esa se llama Susana, como yo. Asi fue como supe su nombre, y ella no me pregunto mi nombre, pero si me pregunto de donde venia, quiza porque habia adivinado que venia ... (ver texto completo)
Hola y buenas tardes para todos.
Victoria desearte que estes pasando un buen dia y mandarte un abrazo.
Buenos dias Jose Mel
Feliz dia te deseo y a disfrutarlo
Un abrazoooooooooooooooooo
Le dije, a mi madre la mato un tren. Se puso de nuevo las gafas, para ver mejor aquello que yo habia dicho y que tambien se habia desparramado en el aire para juntarse con los versos que ella estaba liberando. Me dijo, como a Ana Karenina, y yo no sabia porque ella habia hecho aquella comparacion, quiza porque estabamos entre libros. Trate de explicarle que mi madre habia tenido una vida dificil, y no sabia porque le estaba contando aquello, en aquel lugar, a aquella mujer descomocida, y ella me ... (ver texto completo)
Fue como si de pronto la hubiera visto desnuda, asi mismo fue, y le dije, afirmando y preguntando a la vez, lo habras hecho por algun motivo, y ella me dijo, claro, por varios motivos, y le pregunte si lo volveria a hacer, y aquella fue una pregunta ingenua, una pregunta torpe que yo nunca deberia haber realizado, por eso no la contesto, por eso y porque no tenia contestacion. Que estas haciendo aqui, me pregunto para enterrar la idiotez de mi pregunta, y le explique que leia las primeras frases de los libros, y volvio a reirse y me apreto un brazo, transmitiendome algun afecto o mostrandome cierta complicidad, y me dijo, me gusta, me gusta mucho, y parecia entusiasmada. Me pregunto si podia acompañarme y leer conmigo las frases, y le respondi, si, claro que si. ... (ver texto completo)
Nada se hace para nada, me dijo, e insieti, pues no se para que la escribi, y me pregunto, que contabas en esa novela, y le explique, bueno, trataba de cosas imposibles, de un tren con muchos vagones y en cada vagon muchos sueños existiendo alrededor de una señal, y se rio, una risa benevola y fresca que rebajo su edad hasta dejarla a la altura de la mia, y luego dijo, los motivos estan a veces muy escondidos, y tambien dijo, a mi me gustan los trenes, me gustan mucho mas que los barcos y por supuesto ... (ver texto completo)
Le dije, a mi madre la mato un tren. Se puso de nuevo las gafas, para ver mejor aquello que yo habia dicho y que tambien se habia desparramado en el aire para juntarse con los versos que ella estaba liberando. Me dijo, como a Ana Karenina, y yo no sabia porque ella habia hecho aquella comparacion, quiza porque estabamos entre libros. Trate de explicarle que mi madre habia tenido una vida dificil, y no sabia porque le estaba contando aquello, en aquel lugar, a aquella mujer descomocida, y ella me ... (ver texto completo)
Ami lado alguien pasaba despacio las hojas de un diminuto libro de poemas. Tenia el pelo muy corto, negro. Me parecio una mujer madura. Usaba gafas para leer, solo para leer. Al sentir que la observaba, me miro con mucho descaro. Una vez escribi una novela, le dije, andara por ahi, por alguno de estos estantes. Se quito las gafas. Tenia los pomulos pronunciados y los ojos grandes. Me pregunto para que la habia escrito, y le respondi, para nada, solo para escribirla. Era una mujer esbelta, mas joven ... (ver texto completo)
Nada se hace para nada, me dijo, e insieti, pues no se para que la escribi, y me pregunto, que contabas en esa novela, y le explique, bueno, trataba de cosas imposibles, de un tren con muchos vagones y en cada vagon muchos sueños existiendo alrededor de una señal, y se rio, una risa benevola y fresca que rebajo su edad hasta dejarla a la altura de la mia, y luego dijo, los motivos estan a veces muy escondidos, y tambien dijo, a mi me gustan los trenes, me gustan mucho mas que los barcos y por supuesto ... (ver texto completo)
Seguia removiendo los libros de aquel supermercado del papel y las palabras, montones de libros, millones de primeras frases que caian sobre mi como señales, la casa y el mundo, vuelve hoy a mi memoria, madre, la señal del bermellon que marcaba la raya de tu cabellera, el sari que usabas, con su ancho galon rojo, y tus ojos, tan bellos, tan profundos, tan apacibles.
Ami lado alguien pasaba despacio las hojas de un diminuto libro de poemas. Tenia el pelo muy corto, negro. Me parecio una mujer madura. Usaba gafas para leer, solo para leer. Al sentir que la observaba, me miro con mucho descaro. Una vez escribi una novela, le dije, andara por ahi, por alguno de estos estantes. Se quito las gafas. Tenia los pomulos pronunciados y los ojos grandes. Me pregunto para que la habia escrito, y le respondi, para nada, solo para escribirla. Era una mujer esbelta, mas joven ... (ver texto completo)
Habia otro muy cerca, pequeño, ligero, de pocas paginas y letra grande, hoy mama ha muerto, o tal vez ayer, no se, la culpa la tenia el sol o el tejo que se salio de la raya de la indiferencia del mundo ante la muerte, otro libro, un extrangero, otra broma, la vida sera otra broma, otra señal, detuvo mi madre el rocin, quedo el arado inmovil en el surco y, sujetandose el gravido vientre con ambas manos, fue a refugiarse a la sombra protectora de un gran sicomoro para parirme, cerre aquel libro, a ... (ver texto completo)
Seguia removiendo los libros de aquel supermercado del papel y las palabras, montones de libros, millones de primeras frases que caian sobre mi como señales, la casa y el mundo, vuelve hoy a mi memoria, madre, la señal del bermellon que marcaba la raya de tu cabellera, el sari que usabas, con su ancho galon rojo, y tus ojos, tan bellos, tan profundos, tan apacibles.
Una mujer anciana que rebuscaba entre los libros de saldo le dijo al dependiente, a veces son los libros los que te buscan a ti. Pense que la anciana tenia razon. Segui buscando, que la piedra no salga de la circunscricion de los transitos, seguia leyendo, las palabras caian sobre mi como goteras espesas, otra primera frase, mañana en cuanto amanezca ire a visitar tu tumba, papa, asi decia, mirando al sur, estas son las ultimas cosas, desaparecen una a una y no vuelven mas. Recorde la caja con las ... (ver texto completo)
Habia otro muy cerca, pequeño, ligero, de pocas paginas y letra grande, hoy mama ha muerto, o tal vez ayer, no se, la culpa la tenia el sol o el tejo que se salio de la raya de la indiferencia del mundo ante la muerte, otro libro, un extrangero, otra broma, la vida sera otra broma, otra señal, detuvo mi madre el rocin, quedo el arado inmovil en el surco y, sujetandose el gravido vientre con ambas manos, fue a refugiarse a la sombra protectora de un gran sicomoro para parirme, cerre aquel libro, a ... (ver texto completo)
Me fui a una gran libreria del centro y alli pase varias horas leyendo las primeras frases de muchos libros, como ei estuviera buscando una señal. Era como mendigar, mirar de reojo el primer segundo de cada historia, abrirse a encuentros no preparados, unirse levemente a otros mundos, y las palabras primeras me parecian rejas que se rompian cuando las pronunciaba, cerrojos que se abrian mas alla de las paginas. Una pregunta, encontraria a la Maga, Paris y mi madre y la metafora de un libro escrito ... (ver texto completo)
Una mujer anciana que rebuscaba entre los libros de saldo le dijo al dependiente, a veces son los libros los que te buscan a ti. Pense que la anciana tenia razon. Segui buscando, que la piedra no salga de la circunscricion de los transitos, seguia leyendo, las palabras caian sobre mi como goteras espesas, otra primera frase, mañana en cuanto amanezca ire a visitar tu tumba, papa, asi decia, mirando al sur, estas son las ultimas cosas, desaparecen una a una y no vuelven mas. Recorde la caja con las ... (ver texto completo)
Recogi la caja con las cosas de mi madre, me deje abrazar por Camila, y volvi al mismo hotel donde habia estado con Toya.
Varias veces estuve tentado de volver a buscarla, pero no lo hice.
Me fui a una gran libreria del centro y alli pase varias horas leyendo las primeras frases de muchos libros, como ei estuviera buscando una señal. Era como mendigar, mirar de reojo el primer segundo de cada historia, abrirse a encuentros no preparados, unirse levemente a otros mundos, y las palabras primeras me parecian rejas que se rompian cuando las pronunciaba, cerrojos que se abrian mas alla de las paginas. Una pregunta, encontraria a la Maga, Paris y mi madre y la metafora de un libro escrito ... (ver texto completo)
Hola y buenas tardes para todos.
Victoria que estes pasando un buen dia y un abrazo.
Muy buenas tardes Jose Mel
Una feliz tarde y a disfrutar
Un abrazooooooooooooooooo
Recorrimos las estaciones y escuchamos a los musicos ambulantes. Dimos algunas limosnas y aceptamos folletos publicitarios que luego arrojamos a las papeleras sin haberlos leido. En un taxi llegamos a la calle de la pension. Al fin nos despedimos. Fue en la escalera.
Recogi la caja con las cosas de mi madre, me deje abrazar por Camila, y volvi al mismo hotel donde habia estado con Toya.
Varias veces estuve tentado de volver a buscarla, pero no lo hice.
Llegamos a un centro comercial. Las tiendas estaban abiertas. Pasamos junto a un escaparate de ropa femenina y ella se quedo mirando una blusa blanca, mira que linda, me dijo. Entramos en la tienda y se probo aquella blusa blanca. Estaba hermosa con ella y su piel negra brillaba. La mujer que nos atendia me miraba a mi de reojo y tambien miraba a Toya de la misma forma, con las niñas de los ojos recluidas casi en las sienes, y le apremiaba el deseo de saber cual era nuestra relacion. Pague y ya nos ... (ver texto completo)
Recorrimos las estaciones y escuchamos a los musicos ambulantes. Dimos algunas limosnas y aceptamos folletos publicitarios que luego arrojamos a las papeleras sin haberlos leido. En un taxi llegamos a la calle de la pension. Al fin nos despedimos. Fue en la escalera.
Luego nos fuimos paseando por la acera de una calle sucia y sin trafico por la que aun no habia pasado el camion de la basura. Le conte algunas cosas de mi, aquellas que no me parecieron mas dignas de lastima. Ella solo escuchaba y miraba y yo imaginaba que se compacedia de mi.
Llegamos a un centro comercial. Las tiendas estaban abiertas. Pasamos junto a un escaparate de ropa femenina y ella se quedo mirando una blusa blanca, mira que linda, me dijo. Entramos en la tienda y se probo aquella blusa blanca. Estaba hermosa con ella y su piel negra brillaba. La mujer que nos atendia me miraba a mi de reojo y tambien miraba a Toya de la misma forma, con las niñas de los ojos recluidas casi en las sienes, y le apremiaba el deseo de saber cual era nuestra relacion. Pague y ya nos ... (ver texto completo)
Desayunamos en el hotel.
Fue hacia el telefono y me advirtio, tengo que llamar, y le pregunte, a quien, y respondio, es para decir que sigo contigo, y dije, ah.
Luego nos fuimos paseando por la acera de una calle sucia y sin trafico por la que aun no habia pasado el camion de la basura. Le conte algunas cosas de mi, aquellas que no me parecieron mas dignas de lastima. Ella solo escuchaba y miraba y yo imaginaba que se compacedia de mi.
Cuando volvio me abrazo y me dijo, despiertame cuando amanezca para salir a la terraza, pero los dos nos quedamos dormidos y no pudimos ver como amanecia desde la terraza de aquel hotel. Cuando desperte le dije, me voy a ir a otra parte, y ella pregunto, a donde te vas a ir, y le conteste, a otra parte, lejos, a empezar otra vez, y ella dijo, eso esta bien, claro que esta bien, eres un tipo extraño que habla de una manera extraña y anda preguntandoles a las putas por sus padres, esta bien que quieras ... (ver texto completo)
Desayunamos en el hotel.
Fue hacia el telefono y me advirtio, tengo que llamar, y le pregunte, a quien, y respondio, es para decir que sigo contigo, y dije, ah.
Ella tenia cicatrices en las caderas, surcos simetricos que parecian trazados a proposito. Me ataron con una maroma de cañamo, para obligarme, me dijo. Le toque la boca con todos mis dedos y fui a besarla, pero me advirtio, no me beses en los labios, y la liturgia del deseo se abalanzo sobre mis heridas como un dragon a quien le atrajera la sangre, como una hidra de cabezas regenerantes. Toya estaba toda humeda, por el cuerpo que se abria y por la boca que yo no podia besar. Yo tenia la vision nublada. ... (ver texto completo)
Cuando volvio me abrazo y me dijo, despiertame cuando amanezca para salir a la terraza, pero los dos nos quedamos dormidos y no pudimos ver como amanecia desde la terraza de aquel hotel. Cuando desperte le dije, me voy a ir a otra parte, y ella pregunto, a donde te vas a ir, y le conteste, a otra parte, lejos, a empezar otra vez, y ella dijo, eso esta bien, claro que esta bien, eres un tipo extraño que habla de una manera extraña y anda preguntandoles a las putas por sus padres, esta bien que quieras ... (ver texto completo)
Los calmantes me habian hecho efecto, pero aun me molestaba la inflamacion del ojo. Me tome otras dos pildoras. Luego la fui desnudando despacio, la camisa, la falda diminuta, una camiseta que le sujetaba los pechos, los leotardos negros, y todo se fue quedando en el suelo, y ella se fue mostrando entera, con los brazos caidos, arriesgando el angulo de los muslos, con los pechos resueltos a escribirme en la piel con la tinta de sus pezones alguna carta inedita, como aquellas de Alcifron sobre cortesanas ... (ver texto completo)
Ella tenia cicatrices en las caderas, surcos simetricos que parecian trazados a proposito. Me ataron con una maroma de cañamo, para obligarme, me dijo. Le toque la boca con todos mis dedos y fui a besarla, pero me advirtio, no me beses en los labios, y la liturgia del deseo se abalanzo sobre mis heridas como un dragon a quien le atrajera la sangre, como una hidra de cabezas regenerantes. Toya estaba toda humeda, por el cuerpo que se abria y por la boca que yo no podia besar. Yo tenia la vision nublada. ... (ver texto completo)
Me gusta este lugar, me dijo, y dio una vuelta sobre si misma y volo sobre una cama ondulada y azul como el mar. Mire la cama y no supe como la habia mirado porque Toya me dijo, no la mires asi, porque la miras de esa manera, y me volvi hacia ella y la vi que se estaba quitando la ropa y le dije, espera, quiero quitartelo yo, y ella dijo, biem, me gusta, quitame tu la ropa.
Los calmantes me habian hecho efecto, pero aun me molestaba la inflamacion del ojo. Me tome otras dos pildoras. Luego la fui desnudando despacio, la camisa, la falda diminuta, una camiseta que le sujetaba los pechos, los leotardos negros, y todo se fue quedando en el suelo, y ella se fue mostrando entera, con los brazos caidos, arriesgando el angulo de los muslos, con los pechos resueltos a escribirme en la piel con la tinta de sus pezones alguna carta inedita, como aquellas de Alcifron sobre cortesanas o parasitos, o quiza una nueva estrofa del Edipo en Colono, o tambien pudiera ser que aquellos pezones de Toya pretendieran escribir en mi el final de una novela corta y gris, y todo esto pensaba observando los oscuros pezones de Toya, y entonces sus pies volaron sobre el parque de aquella otra tierra quieta, la que no giraba, la tierra que no era tierra y que siempre terminaba sepultada en el silencio de algun poema. ... (ver texto completo)