Algunos días sin pasar por aquí y veo que han sucedido cosas… Unas agradables y otras…
Este medio día he hablado con Maxi y… pues eso, que me ha sorprendido lo comentado y donde ha llegado la “cosa”…
Pero antes de dar mi opinión sobre ello, quiero expresar mi tardía pero sincera enhorabuena a María y mi apreciado cabo Manuel por la llegada de esa preciosa criatura llamada Pablo. Y, aunque aún no he sido abuelo (espero que pronto lo sea) me imagino la dicha que debéis sentir en estos momentos. ¡Felicidades, pareja!.
Y expresado esto que “me llamaba” a voces, me voy a mojar, y comentar lo que pienso sobre el tema en cuestión.
En primer lugar, deciros que soy no poco escéptico de los foros. Y no es que tenga mucha experiencia sobre ello, pero sí alguna, como ya comenté en otra ocasión. Por ello, procuro tener siempre presente las “limitaciones” de la condición humana. Y como el gato escaldado del agua fría huye, procuro, como digo, no olvidar aquello que tan bien expresó Francisco de Quevedo: “Conviene navegar con cuidado donde se teme que hay poco fondo, porque existen muchos bajos en la vida que hacen recomendable el uso de la sonda”.
Obviamente, el gran escritor de manera magistral expresaba el peligro que tienen ciertas relaciones con personas de dudosa moralidad.
Sin embargo, ¡qué cosas!, en dos personas con gran fondo moral, con fuerte compromiso ético, y ocurre… lo que ocurre…
¿Cómo puede suceder tal desencuentro?. Es curioso, ¿verdad?
Porque Catuno, me consta (por sus escritos y por quien bien lo conoce) que es “un trozo de pan con ojos”. Persona noble y sin dobleces. Y Libertad, que he tenido el placer de conocer (y de leer, bastante) también me consta que es un hombre muy comprometido con su idea de justicia y de lucha por un mundo mejor, sobre todo para el necesitado. Sí, dos SUPER personas, y…
Pues eso… repito, ¿cómo pueden suceder estas cosas?... Y para colmo, ¿Cómo Maxi, un alma grande donde las haya, reprocha de tal forma, probablemente desconsiderada…?
Sinceramente, pienso que es cosa de “prontos”, de falta de reflexión… y también, quizá un “algo” de “ese”ego tonto que siempre está presente en nosotros.
Porque está claro que Catuno se pasó varios pueblos cuando dijo lo que dijo. Pues, obviamente, Libertad NO se refería a TODOS los jóvenes… Y por otro lado, pienso que Libertad también se lo tomó demasiado “a pecho” en su respuesta (aunque comprendo que “lo” de las trincheras pudiese tocarle fibras sensibles de vivencias pasadas…).
Creo por ello que tanto Catuno como Libertad no se han puesto el uno en el “papel” del otro. Uno (Catuno), por su error grave de lectura y otro (Libertad) por no tener en cuenta tal “inconveniente” de Catuno. De ahí que no esté demás recordar a los dos lo que expresó muy bien Gasset: “El hombre y sus circunstancias”…
No deseo extenderme más. Simplemente deciros que una dosis de generosidad por parte de ambos se hace ahora necesario. Y no es pedir. Va innato en vuestro pedigrí. ¿OK, Libertad?, ¿OK, Catuno?
Buenas noches, Foro.
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